En un mercado de fichajes destacado por la marcha de jugadores a Arabia, el fichaje de Cavani es la clara demostración de que aún existe romanticismo en el fútbol. El club bonaerense atraviesa un momento complicado tras quedar en séptimo puesto en la Liga Argentina (campeonato que ha terminado ganando su eterno rival, River Plate) y actualmente atraviesa una fase de reestructuración; fase en la que se le da importancia a la juventud y a la cantera (como es el caso de Valentín Barco), aunque también se sostiene en la veteranía y la experiencia (tal y como sucede con Luis Advíncula)
¿Qué es lo que supone el fichaje de Cavani para Boca?
En este contexto, el fichaje de Cavani es un aporte grandísimo de carisma, liderazgo, experiencia y calidad; justo lo que necesita el club Xeneize para pelear por títulos lo que queda de año. El objetivo principal es la Copa Libertadores de América, copa que no gana Boca desde el año 2007.
El fichaje de Cavani también implica la resolución de un problema que Boca lleva arrastrando desde hace unas cuantas temporadas. Se trata del problema de Darío Benedetto, delantero argentino que llegó a Boca como una estrella y que desde el principio demostró su gran calidad. Sin embargo con los años ha ido perdiendo esa calidad y ha sido tremendamente cuestionado por su afición, que ve cómo su delantero se centra más en la fiesta y la diversión que en su compromiso con el equipo.
La llegada del uruguayo supone un cambio importantísimo para el fútbol argentino y para el fútbol sudamericano en su totalidad. Algunos hablan ya del fichaje más importante de la historia del fútbol sudamericano. Pero la conclusión más importante que podemos sacar es que todavía quedan románticos del fútbol capaces de anteponer la mística de los clubes históricos, a las toneladas de billetes de los clubes árabes.