El Liverpool se ha impuesto por 3-0 frente al Nottingham Forest, en la décima jornada de la Premier League. En un encuentro donde los dirigidos por Jürgen Klopp ofrecieron su mejor versión y fueron netamente superiores.
Primera parte
El partido comenzó con un cuadro red muy enérgico y dinámico, que buscó el gol desde el pitido inicial. Dominando a través del esférico y con circulaciones muy ágiles, atisbó la frontal del área contraria con facilidad e incluso amenazó por bandas con sus interiores. Por su parte, el conjunto dirigido por Steve Cooper planteó el partido desde la óptica clara de conservar el 0-0. Sin embargo, el júbilo local propició que el choque fuese abierto, lo que le abrió una puerta a los visitantes. Que harían lo posible por jugar verticalmente con sus delanteros, sin arriesgarse a pérdidas comprometidas, para amenazar la meta defendida por Alisson.
Superado el tramo inicial, el elevado ritmo de juego se mantuvo. Así como el dominio del Liverpool, que llevaba la iniciativa y acumulaba mucha posesión, pero asumía el riesgo de dejar una puerta entreabierta. Un recoveco que los visitantes exploraban tímidamente y con pocos efectivos, pero que les permitía visitar el área rival con frecuencia. Aún así, esto siguió siendo una odisea para un colectivo que resistía con apuros las embestidas de un oponente que buscaba mucho el golpeo de media distancia y al que se le seguía resistiendo la toma del área.
Diogo Jota abrió la lata para los locales, tras una transición comandada por Salah donde el luso recogió un disparo rechazado de Darwin Núñez, para batir al arquero Turner. Una jugada en la que el Forest pagó muy cara una aventura ofensiva. Con un bloque muy adelantado en el que los defensores recibieron poca asistencia. Escasos minutos después, el equipo de Jürgen Klopp volvió a aprovechar la fractura del bloque de su rival y Darwin anotó el 2-0. En una transición iniciada por Diogo Jota y completada por un pase de Salah a Szoboszlai, para que el húngaro le sirviese el gol a placer al ariete. Una jugada marca de la casa, en la que el ex del Leipzig recordó a Henderson. A pesar de la gran ventaja obtenida, la tormenta del hexacampeón de Europa persistió con un aluvión de llegadas, que Matt Turner abortó con apuros.
Segunda parte
La segunda mitad empezó con un Liverpool más taimado que rebajó algunas marchas al partido. Pese a ello, siguió controlando la situación a su antojo, tanto con balón como sin él, y continuó mirando a la portería contraria con lujuria. En contraste, los tricky trees perdieron una buena dosis de su intensidad inicial e intentaron crecer desde la tenencia del cuero. Pero se vieron arrastrados por la inercia del tsunami red, que seguía imperando en el duelo, aunque con menor magnitud.
Después del cuarto de hora inicial, los dos técnicos comenzaron a mover el banquillo para dar minutos a los menos habituales y el encuentro comenzó a languidecer con una intensidad mucho menor por parte de ambos contendientes. Las aproximaciones sobre las dos áreas disminuyeron considerablemente y ninguno de los dos equipos parecía tener interés en realizar algún esfuerzo innecesario, con un marcador que no daba visos de moverse. Aún con todo, un grave error de entendimiento entre el arquero Turner y Harry Taffolo, le sirvió a Salah el tercer tanto en bandeja. En una jugada al contraataque de un saque de esquina, en la que Szoboszlai fletó un envío en largo desde campo propio.
Con este resultado, el Liverpool alcanza la tercera posición con 23 puntos. Su próximo compromiso será frente al Bournemouth, como visitante, en la EFL Cup. Mientras que el Nottingham Forrest permanece decimosexto con 10 puntos. Su próximo enfrentamiento será ante el Aston Villa, como local, en la Premier League.