El Liverpool se ha impuesto por 1-2 contra el Bournemouth, en Dean Court. En un partido correspondiente a los octavos de final de la EFL Cup, donde los de Jürgen Klopp hicieron valer su superioridad técnica y su buen momento futbolístico, ante las dificultades planteadas por los de Andoni Iraola.
Primera parte
El choque dio comienzo con el conjunto red llevando la iniciativa, mediante la posesión, con un ritmo desganado y sin prisas. Mientras que en la otra cara de la moneda, el equipo local escenificó un planteamiento reactivo. Fundamentado en el repliegue en campo propio, con un ejercicio defensivo agresivo, y un despliegue raudo al contraataque tras una recuperación. Las ocasiones no eran muy numerosas y de forma mayoritaria se producían sobre la meta defendida por Radu. Aún así, las aproximaciones de un Liverpool cada vez más punzante, aderezaron un duelo fluido y con pocas interrupciones.
Con el paso de los minutos, el control del juego por parte de los dirigidos por Jürgen Klopp se diluyó, ante la circulación cada vez más líquida de los cherries. Que subiendo una marcha más provocaron un cierto descontrol en el juego, con algún remate peligroso sobre el arco de Kelleher. Esto se produjo debido a que los visitantes fijaban sus líneas a una gran altura y con su apatía en la presión quedaban expuestos en cuanto los de Iraola se apoyaban en Solanke. A raíz de ello, la reacción del hexacampeón de Europa radicó en alimentar el caos que tanto les dio desde sus orígenes y, como suele pasar en la mayoría de ocasiones, el contendiente con más calidad suele llevar las de ganar. Gakpo inauguró el marcador, en el rechace de un córner.
Después del 0-1, el cuadro scouser trató de bajarle los decibelios al partido concatenando posesiones más largas. Pero la debilidad defensiva del conjunto «rojinegro» resultaba muy tentadora para volver a pisar el acelerador y solventar la eliminatoria. Aunque también era cierto, que el anfitrión no le perdió la cara al partido y pudo amenazar la portería de Kelleher. Si bien no lo hizo con la misma frecuencia.
Segunda parte
El encuentro se reanudó con el mismo guión previo al descanso. El Liverpool dominaba, mas había recuperado el ritmo cansino inicial que le impedía generar espacios con su circulación y hacía ineficaz su presión. Por su parte, los dirigidos por Andoni Iraola insistieron en su propuesta y no perdieron de vista la meta contraria. Frente a la apatía de un cuadro red que jugaba con fuego en el primer tercio de campo. Fruto de ello, se producirían varios remates peligrosos sobre las dos porterías. Tales como una acción a balón parado, que Scott botó desde la esquina y Kluivert remató en el segundo palo sin oposición, poniendo las tablas en el marcador.
Con el empate, el enfrentamiento se reavivó y el cuadro «costero» disputó sus mejores minutos. Desplegó una presión intensa sobre la salida de su oponente y empleó a muchos efectivos en ataque, en cada transición que llevaba a cabo. Pero no fue capaz de aprovecharlo, por carencias en el último pase, y los de Jürgen Klopp se lo hicieron pagar por medio de Darwin Núñez. Quien resolvió una acción auspiciada por un pase al espacio de Mc Allister, con el Bournemouth volcado al ataque, con un fantástico remate de pierna derecha que entró por la escuadra.
El 1-2 supuso una losa importante para los locales. Pues vieron apagada toda su fogosidad con el esférico y cayeron en brazos de un Liverpool que intentaba dormir el choque, asumiendo el mínimo riesgo en la circulación. Los instantes finales estuvieron marcados por las sustituciones en ambos planteles y un ritmo sensiblemente más bajo de intensidad, que redujo las ofensivas.
Con este resultado, el Liverpool accede a los cuartos de final de la Carabao Cup, que tendrán lugar en el mes de diciembre. Mientras que en liga, visitará al Luton Town en la próxima jornada. Por su parte, los cherries caen eliminados y visitarán al Manchester City en la próxima jornada de la Premier League.