El Newcastle se ha impuesto al Arsenal por 1-0, en St. James Park. En un partido correspondiente a la undecima jornada de la Premier League, donde los locales supieron aprovechar sus armas para desactivar a los «gunners».
Primera parte
El duelo dio comienzo con una gran igualdad, pese al propósito del conjunto «londinense» de hacerse fuerte a través del balón. Los primeros instantes fueron muy físicos y se dirimieron en muchas pelotas divididas. Por su parte, el conjunto de Eddie Howe optó por ceder la iniciativa y defender en campo propio. Aunque su ejercicio defensivo no estuvo exento de una gran intensidad en la presión, desde el primer pase del contrario. Ello provocó que el envite se disputase a un ritmo muy alto, si bien también fue accidentado y poco fluido. Debido a que ningún jugador podía entrar en juego sin ser perseguido por su marcador. Lo cual impidió que ninguno de los contendientes pudiese generar una situación de remate nítida.
Tras un tramo inicial borrascoso, los dirigidos por Arteta hicieron lo posible por tomar el control de la situación. En lo que estaba siendo un campo de minas que les impedía generar ninguna jugada fluida y limitaba sus acercamientos a centros laterales. Que concluían con rechaces. La igualdad persistía, aunque los locales también hacían lo posible por tener un mayor protagonismo en el juego. Adelantando las líneas e intentando concatenar pases en el primer tercio de campo. Para engrasar los mecanismos de su fase ofensiva y atisbar la meta defendida por David Raya. Sin embargo, la mayor parte de sus acercamientos se produjeron explotando el juego aéreo y las acciones a balón parado. El enfrentamiento llegó al descanso con gran incertidumbre, un mayor frenesí, tanto en lo deportivo como en lo emocional, pero muy poca fluidez en el juego.
Segunda parte
El segundo período empezó con un Newcastle más enérgico, que dio un paso hacia delante. Volvió del vestuario con más intensidad y empleó a más efectivos en ataque, tras una recuperación. En contraste, el conjunto gunner se mostró más frío y dosificó su presión, después de un final de primera parte tormentoso, con varias trifulcas que caldearon los ánimos de los 22 protagonistas. Con el paso de los minutos, los dirigidos por Mikel Arteta comenzaron a entrar en calor. Ajustaron su presión, para limitar las aventuras ofensivas de las «urracas», y consiguieron progresar por el interior hasta la frontal del área. Pese a ello, carecieron del acierto necesario en los últimos metros.
Cuando más solidificado parecía el dominio del Arsenal, Gordon abrió la lata para los geordies. En una acción tremendamente accidentada y surrealista, en la que el ex del Everton envió el cuero al fondo de la red, tras un remate fallido de Joelinton. Después del 1-0, el equipo «capitalino» asumiría un protagonismo total en el juego, rondando permanentemente el área defendida por Nick Pope. Aunque no estaba siendo capaz de encontrar fisuras en el acuartelamiento del cuadro dirigido por Eddie Howe. Que tras haber conseguido un valioso tanto, se agolpó entorno a su área sin condiciones.
Zinchenko, Trossard y Viera entraron para los visitantes, con la intención de generar superioridades por los costados, especialmente el izquierdo, con extremos e interiores. En los instantes finales, el partido volvió a caer en la misma tendencia farragosa de la primera parte. Lo que permitiría a los de blanco y negro defenderse con mayor holgura y fuera de su área, después de haber abortado varios envíos, en área pequeña. Finalmente, los «londinenses» lo intentaron hasta el final, pero no pudieron generarle desequilibrio a su rival, en ningún momento, y concluyeron el choque sin ninguna ocasión peligrosa, pese a su insistencia.
Con este resultado, el Newcastle asciende a la sexta posición, con 20 puntos, antes de visitar al Borussia Dortmund, en la Champions League. Mientras que el Arsenal permanece tercero, con 24 puntos. En su próximo compromiso recibirá al Sevilla, en la Champions League.