En la duodécima jornada de la Premier League, Chelsea y Manchester City han empatado a cuatro en Stamford Bridge. En un encuentro apasionante y plagado de alternativas, donde el caos y las ocasiones fueron la norma en un maravilloso intercambio de golpes.
Los locales impusieron su guión
El partido se inició con un elevado ritmo de intensidad, fomentado por los locales, y con un gran respeto entre los dos contendientes. Los dirigidos por Pochettino abogaban por presionar alto a su oponente en salida y replegar, defendiendo a varios metros del área, cuando estos salían jugando. Mientras que los visitantes desplegaron su habitual juego asociativo con balón, aunque sin él plantearon una estructura similar en la presión. Demostrando una mayor prudencia y respeto por su contrincante. Los dos equipos se acercaron en alguna ocasión sobre la meta de su oponente, aunque ninguno de ellos consiguió producir una situación nítida de remate. Debido a que buscaban progresar sobre tierra firme.
Después de un tramo inicial más alocado, las posiciones se estabilizaron, aunque la alternancia en el juego se mantuvo con un cuadro londinense más propositivo. Que atisbó el área defendida por Ederson en varias ocasiones y provocó un cierto nerviosismo en la retaguardia skyblue con su presión alta. Sin embargo, fue el vigente campeón quien se adelantó en el electrónico. El árbitro señaló una pena máxima, tras un agarrón de Cucurella a Haaland, que el noruego no perdonó desde los once metros. Sin embargo, la reacción del Chelsea fue positiva persistiendo en su planteamiento inicial y aprovechó que su adversario quería contemporizar, para consolidar su ventaja mínima, e igualó el envite. Thiago Silva remató en el primer palo, un saque de esquina botado por Gallagher para poner las tablas.
Con la igualada, el conjunto capitalino retrocedió sus líneas y quiso bajarle decibelios al partido. Mientras que los dirigidos por Guardiola sí que recuperaron buena parte de su agresividad habitual en campo rival. Akanji se situó junto a Rodri en la medular y los Cityzens dispusieron sus líneas en la mitad de campo contraria y buscaron maximizar su poderío ofensivo en el envite entre Foden y Cucurella. El cual originó alguna situación de peligro. Pero pese a la iniciativa del Manchester City, los blues no tardaron en recuperar su agresividad sin la pelota y volverían a golpear por medio de Raheem Sterling. Que concretó una buena jugada colectiva, donde los Cityzens quizá no defendieron con la suficiente firmeza.
El 2-1 no hizo si no echar más leña al fuego, en lo que estaba siendo un enfrentamiento apasionante. La voluntad de londinenses y mancunianos desató un ida y vuelta, donde las ofensivas se sucedieron sobre las dos porterías con excesiva facilidad. Tanto fue así que Akanji anotó el cuarto tanto de la noche en Londres, después de rematar un centro de Bernardo Silva, en la segunda jugada de un saque de esquina.
El City se adelantó nuevamente y desató el caos
Los segundos 45 minutos se iniciaron con el 2-3. El equipo de Guardiola consiguió ponerse nuevamente por delante, en una acción al contraataque protagonizada por Foden, Julián Álvarez y Haaland. En la que el delantero noruego marcó a placer. A raíz del gol, el campeón de Europa consiguió controlar el choque. Mantuvo la pelota en campo contrario, sin asumir excesivos riesgos, y generó alguna ocasión, fruto de su habilidoso juego de pases. Ante un Chelsea, que tardó algunos minutos en reaccionar, pero que se mantuvo inaccesible al desaliento y continuó atacando con gran verticalidad y haciendo hincapié en sus extremos. Especialmente Raheem Sterling, quien estaba siendo muy insistente por el perfil izquierdo y estaba interviniendo con gran criterio, dándole continuidad a todas las jugadas.
La acción prosiguió con un ritmo trepidante que no despegaba a nadie del televisor. Los dirigidos por Pochettino llevaron la iniciativa y buscaron la meta contraria. Del mismo modo, que los skyblues alternaban la presión alta sobre la salida y el repliegue en fase defensiva. Mientras que en ataque buscaban el contraataque insistentemente con un Haaland muy participativo que orientó las ofensivas hacia el perfil izquierdo. Nicolas Jackson anotó el gol del empate para los bicampeones de Europa, tras recoger en el punto de penalti, un disparo de Caicedo rechazado por Ederson.
En el tramo final, los dos conjuntos apuraron sus últimas opciones de llevarse los tres puntos. Aunque lo hicieron asumiendo menos riesgos, tanto en el despliegue de efectivos, como en la entrega. Después de haber ofrecido un maravilloso espectáculo futbolístico, que había hecho mella en el estado físico de los 22 gladiadores bajo la densa lluvia que caía sobre la ciudad de Londres. Pese a ello, Rodri pudo marcar un nuevo gol que resultó (casi) definitivo. Espetando un zurdazo desde la frontal del área, en una ofensiva accidentada de su equipo, que Thiago Silva desvió fatalmente. Tras la anotación del mediocentro español, el partido no concluiría allí, pues Ruben Dias derribaría a Broja en el área, provocando un penalti que Palmer no perdonó, poniendo el definitivo empate a cuatro.
Con este resultado, el Manchester City se mantiene como líder del campeonato, con 28 puntos. Después del parón, recibirá al Liverpool, en el campeonato doméstico. Mientras que el Chelsea permanece décimo, con 16 puntos. En su próximo compromiso visitará al Newcastle en St. James Park.