En la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions League, el Arsenal ha derrotado por 6-0 al Lens. En un partido sin mucha historia. Donde los de Mikel Arteta desmigaron la estructura defensiva de los galos, gracias a una magnífica versión de sí mismos.
Martinelli lideró el tormento del Lens
El duelo se inició con un Arsenal muy eléctrico, que se apoderó del esférico sin titubeos y que con una circulación rápida trató de progresar ferozmente. Llegando a verticalizar demasiado en alguna acción. En contraste, el conjunto visitante saltó al tapete del Emirates con un plan de juego muy claro que se sustentaba en defender en campo propio, con gran agresividad en los marcajes. Mientras que con balón, pretendía salir jugando pausadamente, con la pretensión de desajustar la presión de su oponente y encontrar una opción de pase con la que progresar por banda, de un modo más directo. Las ocasiones no eran numerosas, por el buen hacer de los galos para proteger los carriles interiores, aunque las elevadas cotas de posesión locales hacían presagiar que el luminoso se podía mover.
Kai Havertz ratificó su buen momento anotando el primer tanto de la noche. Tras empujar un remate de cabeza ganado por Gabriel Jesus, en una acción similar a la que protagonizaron el atacante brasileño y Trossard el pasado fin de semana frente al Brentford y en la que el belga anotó un gol que sería anulado. A tenor del 1-0, el partido entró en una fase de tregua. Donde los de Arteta optaron por contemporizar, para sofocar una posible reacción de su adversario. Comenzaron a concatenar posesiones más conservadoras a la expectativa de que brotasen los espacios. Mientras que los dirigidos por Franck Haise quisieron adelantar sus líneas. Un movimiento que para los capitalinos abrió el tarro de las esencias. Pues les permitió picar a la espalda de su defensa. Especialmente sobre el espacio entre Frankowski y Gradit, por el que gravitaba Martinelli.
Gabriel Jesus amplió la ventaja para los gunners. Después de concretar una acción en la que también participó Saka, aprovechándose del caos defensivo del cuadro francés. Acto seguido, una transición comandada por Kai Havertz fue concluida con un disparo rechazado de Martinelli, que Saka remató enviando al fondo de la red. Con el tercer gol, los anfitriones levantaron el pie del acelerador, tras asestar dos golpes tan certeros. Sin embargo, con una fase defensiva más conservadora encontraron jugosas posibilidades para seguir golpeando al contraataque. Tal y como haría un explosivo Martinelli. Que puso el 4-0, tras completar una acción individual con una diagonal con la que sueña todo extremo. Finalmente, Odegaard redondeó la exhibición del equipo capitalino en los primeros 45 minutos. Anotando el quinto gol tras rematar un centro de Tomiyasu desde la derecha.
El Arsenal completó el set en una segunda mitad sin tensión
Tras la reanudación, el cuadro inglés volvió de los vestuarios con el propósito de descansar con la pelota y con dos sustituciones: Ben White y Kiwior entraron para ocupar los laterales. El nivel de intensidad decayó ostensiblemente, mientras que el conjunto visitante hacía lo posible por buscar el gol del honor. Intentando aprovechar algún despiste defensivo, con un envío en largo, además de dejar pasar los minutos. En un duelo que había quedado totalmente sentenciado a la media hora.
En los instantes finales, el equipo gunner mantuvo el mismo control del juego y acarició tímidamente gol en alguna jugada muy masticada. Donde jugadores menos habituales, como Nketiah y Nelson, desfogaron sus impulsos e intentaron ganarse una oportunidad. Pero finalmente fue otro suplente en el día de hoy, como Jorginho, quien cerró el set desde los once metros. Después de que Martinelli recibiera un codazo en la recepción de un saque de banda y el colegiado decretara la pena máxima a instancias del VAR.
Con este resultado, el Arsenal se asegura el primer puesto del grupo B, con 12 puntos. En la última jornada visitará Eindhoven, para medirse al PSV. Mientras que el Lens permanece tercero, con cinco puntos y apurará alguna pequeña posibilidad de clasificarse para los octavos de final, recibiendo al Sevilla en la última jornada.