Quizás, si el fútbol evoluciona de la misma manera que lo está haciendo hasta el momento tanto el Barça como el Madrid dejarán de tener la capacidad para competir en Europa, y la solución es que estos clubes dejen de ser propiedad de los socios y pasen a ser empresas privadas, es decir, sociedades anónimas.
Esta es la opinión que ha dado Gerard Piqué y que es perfectamente entendible. Actualmente los dos equipos más laureados de España tienen más de 1000 millones de deuda, ya sea a raíz de la pandemia, por obras en los estadios, para fichar jugadores, etc. Lo cierto es que el Real Madrid se encuentra mucho mejor financieramente que el Barcelona y tiene una mayor capacidad para asumir esa deuda. En caso de que no se cree la Superliga de Florentino, los dos clubes continuarán con el camino de aumentar la deuda hasta llegar a un punto en donde no puedan pagar los intereses. En este supuesto al club catalán por su mala situación económica, este punto le llegaría antes.
La irrupción de los clubes-estado
Al mismo tiempo, surge el problema de los llamados clubes-estado como el Manchester City o el PSG. LaLiga, tiene unas regulaciones de Fair Play muy fuertes, algo que no ocurre ni en la liga francesa ni en la Premier, lo que provoca que a la hora de enfrentarse en competiciones europeas, se miden contra equipos que han construido sus equipos con menos restricciones económicas, lo que genera desigualdad.
Las soluciones de Piqué son tres: una Superliga que aumente mucho los ingresos, la venta del club a un inversor que introduzca dinero a espuertas o dejarán de competir a nivel Champions.