Inter y Real Sociedad han empatado a cero, en la última jornada de la fase de grupos de la Champions League. En un partido equilibrado, donde los dos equipos mantuvieron un tira y afloja.
La Real dominó superficialmente con una puesta en escena valiente
El encuentro se inició con el conjunto txuri urdin asumiendo un protagonismo en el juego. Apoderándose del esférico y progresando de un modo escalonado en bloque, llegando a acumular muchos efectivos en posición de remate cuando los extremos entraban en acción. En contraste, los dirigidos por Simone Inzaghi saltaron al verde con el propósito de replegarse y ver como se sucedían los acontecimientos. Aunque ello no supuso para ellos renunciar al contraataque ni ensuciar la salida del contrario, al disponer a sus dos atacantes como escoltas de Zubimendi en la elaboración. Esto fue reforzado por el hecho de que Mikel Merino ganaba altura como interior. Formándose un rombo en el medio campo en fase ofensiva. Ante un escenario tan ajedrecístico, las ocasiones no fueron numerosas, pese a que los visitantes rondaban el último cuarto de campo con más frecuencia.
Con el paso de los minutos, el conjunto italiano trató de estirar su bloque, para darle una mayor fluidez a su elaboración y alargar sus posesiones entrecortando el ritmo de dominio de los vascos. El cual, sin llegar a ser trepidante, estaba marcando el tempo del partido y les estaba permitiendo progresar, a partir de la erosión del contrario. Así pues, los nerazzurri conseguirían frenar temporalmente la progresión de la Real Sociedad encimando al poseedor y generando, de este modo, un rún-rún sobre lo que estaba siendo una salida de pelota casi idílica.
En la postrimería del primer tiempo, la posesión se igualó y los ataques de ambos contendientes afilaron sus colmillos con los espacios que comenzaban a proliferar. La apuesta por la presión alta de las dos escuadras abrió la puerta a que el juego se agilizase, fruto de los errores que estaba provocaba, tanto en el marcaje como en los primeros pases. Pero pese a ello, el marcador se mantuvo imperturbable al descanso.
Los dos equipos cubrieron el expediente
Los segundos 45 minutos dieron comienzo con un Inter de Milán más enérgico. Que buscó la portería contraria con ahínco, tanto en el ataque en estático, acumulando muchos efectivos en los últimos metros, como en transición tras una recuperación. Mientras tanto, la Real Sociedad volvió del vestuario más templada. Mantuvo el mismo plan de elaborar sus situaciones de remate, sacando la redonda jugada desde atrás. Pero la menor tensión competitiva que imperaba y la desaparición de los grandes esfuerzos sin balón que se produjeron en el primer período, diluyeron cualquier conato de generar peligro.
Superado el tramo inicial, donde los dos conjuntos asentaron sus posiciones, el cuadro local asumió un mayor protagonismo sin llegar a controlar el juego. Pues llevó a cabo más aproximaciones sobre la meta de Remiro, pese a que ninguna concluyó con un remate contundente, y alcanzó porcentajes más altos de posesión. Sin embargo, los de Imanol Alguacil no le perdieron la cara al enfrentamiento en ningún momento y con su habilidoso juego de pases, evitaron ser sometidos y mantener una amenaza latente en ataque. Finalmente, el choque languideció sin rasguños para ninguno de los dos conjuntos, que no parecían descontentos con el empate.
Con este resultado, la Real Sociedad se clasifica como primera de grupo, con 12 puntos. En su próximo compromiso liguero recibirá al Betis. Mientras que el Inter se clasifica en el segundo puesto, con 12 puntos. El próximo fin de semana visitará el estadio Olímpico, para medirse con la Lazio, en una nueva jornada de la Serie A.