El Athletic Club ha conseguido llevarse el derbi vasco (2-1) gracias a una muy buena actuación de sus jugadores, en especial de Álex Berenguer, el cual marcó dos goles. La primera parte fue de menos a más y culminó con el doblete de Berenguer. La segunda fue más calmada, pero al final la Real Sociedad pudo marcar el del honor.
Primera parte
Ambos equipos empezaron el encuentro con una intensidad tremenda. A los pocos minutos ya se podían ver las primeras ocasiones y ya empezaban a saltar chispas entre los jugadores. En especial entre Nico Williams y Odriozola. Este choque duró tan solo hasta el minuto 18, cuando el txuri urdin tuvo que salir lesionado.
El primer susto real llegó en el 30′ con una jugada de falta. Berenguer centró la bola hasta el centro del área y Unai Marrero salió a por ella. Vesga se le adelantó y remató de cabeza, pero se le fue ligeramente alta. La lata se abrió a la altura del 30′ gracias a un jugadón de Nico Williams. La pelota le llegó a Yuri Berchiche, que metió un pase para que Berenguer pudiese rematar a puerta vacía.
El doblete del navarro llegó a punto de acabar la primera parte, en el 42′. En una bola que no llegaba a buen puerto, ningún jugador fue capaz de rematarla o despejarla correctamente. Pero en esto llegó Berenguer y sin titubear remató y puso el esférico al fondo de la red. 2-0 para los locales.
Segunda mitad
Los segundos 45 minutos empezaron como los primeros, sin muchas ocasiones. Eso sí, en el 60′ una falta dura de Barrenetxea sobre Nico Williams desató una trifulca entre los dos conjuntos. Al final no llegó a más, pero el encuentro ya estaba muy caliente. Curiosamente, uno de los que estaban más hartos era Yuri Berchiche, ya que fue uno de los jugadores que más faltas recibió. El encuentro siguió siendo muy parado, sin muchas ocasiones claras.
La Real Sociedad no tuvo casi ninguna ocasión en toda la segunda parte, fue un recital absoluto del Athletic Club. Aun así, los txuri urdin al borde del final consiguieron marcar un gol vital para mantenerles vivos en el partido. Tras esto el partido estaba más caliente que nunca y Le Normand y Unai Gómez protagonizaron una pelea que les sirvió para conseguir la amarilla.
Y por fin, tras 90 minutos de disfrute los 51.470 aficionados que estaban en San Mamés pudieron celebrar la victoria de su equipo. Con este 2-1, «los leones» han certificado no solo su buena forma física, sino también la venganza de aquel 3-0 en Anoeta. Los de Bilbao duermen en Champions, mientras que los de San Sebastián tendrán que trabajar duro si quieren seguir en puestos europeos.