Después de 28 días de parón forzado, como consecuencia de los brotes de COVID-19, finalmente el Real Madrid femenino retornó al terreno de juego. El escenario no podía ser mejor, con la Supercopa de España en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El formato es exactamente el mismo que el de la edición masculina que recién finalizó en Arabia Saudí y quiso la diosa Fortuna que también se diera un Clásico en la semifinal. La otra llave se jugará el jueves 20 de enero, entre el Levante y el Atlético de Madrid.
Las condiciones sí que son ciertamente diferentes, pues en la rama femenina, el Real Madrid está abordando apenas su segunda temporada. Por su parte, el Barcelona es un equipo con mucho más recorrido, vigente campeón del torneo local, de la Copa de la Reina y de Europa.
En la rueda de prensa previa al encuentro, el entrenador Alberto Toril se mostró consciente de la trascendencia y de la complejidad del encuentro: “Vamos a ponérselo difícil y estoy seguro de que tendremos opciones […] Al final va a ser una competición muy bonita. Somos los cuatro mejores equipos y, dentro de las dificultades, vamos a ir a por todas”.
Asimismo, habló Maite Oroz, que recién renovó su vinculación con el club hasta 2025: “Llevamos mucho tiempo sin competir, pero estamos entrenando a un gran nivel. Son partidos muy especiales y los afrontamos con mucha ilusión. Estoy convencida de que el equipo va a dar todo para ganarlo. Tenemos buena plantilla y en una eliminatoria a un partido puede pasar cualquier cosa”.
Este sería el séptimo encuentro del entrenador andaluz al frente del equipo, con cinco victorias y una derrota, esta última frente a su rival en el torneo. Para este cotejo armó una convocatoria integrada por 19 jugadoras, sin incluir aún al reciente fichaje de este mercado de invierno, la danesa Sofie Svava. Fueron incluidas las canteranas Paula Partido y Sofía Fuente. A partir de dicha lista, el once inicial quedó conformado por: Misa, Kenti, Ivana, Peter, Kaci, Olga, Oroz, Esther, Møller, Zornoza y Athenea.
El primer tiempo comenzó con ambos equipos estudiándose y muy trabado en sus inicios. Al minuto 5’, Misa hizo su primera aparición para rechazar un balón perdido en defensa por Ivana. Después de unos primeros minutos con muchos nervios, las jugadoras merengues empezaron a notarse un poco más asentadas sobre el terreno de juego. El Barcelona lucía como lo que es, un equipo mucho más trabajado y al filo del cuarto de hora, un nuevo error en la salida llevó de vuelta la preocupación a las filas blancas.
Hasta el minuto 26’, no transcurría mayor cosa en el juego. En ese momento, el cobro de un saque de esquina trajo un enredo en el área pequeña que no pudo ser capitalizado por las azulgranas. Aunque no estaban finas de tres cuartos hacia adelante, mostraban muy buena circulación de balón, contrario al Madrid que no lograba articular jugada alguna de peligro. En defensa eran llamativos los desajustes, especialmente de la capitana, Ivana. Probablemente los 28 días de inactividad estaban pesando en la coordinación de las jugadas. En el 32’, Martens tuvo en un remate de cabeza el desequilibrio en el marcador, pero salió desviado. La jugada pareció despertar a las merengues que consiguieron, en la siguiente acción, su primer saque de esquina del encuentro, aunque sin mayores consecuencias.
En el 37’, Ivana vio la cartulina amarilla por falta cometida sobre Patri. Un minuto después, la propia jugadora azulgrana se apoderó de un nuevo balón perdido en defensa para exigir a Misa. No sucedió nada más hasta el final de la primera parte que se cerró de la mejor forma posible para el Madrid: con empate a cero en el marcador.
Nada más comenzar la segunda mitad, Hermoso ensayó un disparo lejano que salió afuera por poco. Las azulgranas adelantaron sus líneas conscientes de su superioridad en el juego y el Madrid trataba de resistir el asedio. En el 57’, finalmente llegó un remate a cargo de Athenea del Castillo, sorprendentemente desaparecida hasta ese entonces. De repente se envalentonaron las jugadoras del Real Madrid y Zornoza estrelló el balón en el palo, tras un prodigioso remate de zurda. En el 61’, Toril dio entrada a Claudia Florentino y Nahikari en lugar de Kenti y Møller. Tres minutos después, Misa le logró sacar un balón envenenado a Putellas.
En el 66’, Claudia metió un pase en profundidad que Esther no encontró por muy poco. Si la mejoría culé era evidente, la merengue no se quedaba atrás y el segundo tiempo traía emociones en las dos áreas. Al 71’, Misa sacó un remate fortísimo de cabeza a la salida de un saque de esquina. En las gradas se escuchaba el ‘sí se puede’, con cierta insistencia, conscientes de que se acercaban los minutos decisivos. Claudia lo volvió a intentar desde afuera en el 74’, pero Sandra Paños resolvió con solvencia. Dos minutos después se marchó Kaci para que entrara Teresa y fortalecer así el mediocampo.
Claudia Zornoza cayó al césped en el 83’ llevando preocupación momentánea a las filas merengues. Cuatro minutos de añadido mostraron el ansiado gol a las azulgranas en los botines de Putellas. El Madrid resistió con pundonor y rozó la gesta. Incluso un saque de esquina en el último minuto pudo significar la igualdad. Considerando el tiempo de inactividad por causa del COVID-19, este encuentro hace presagiar grandes emociones para los cuartos de final de la Champions, en el mes de marzo.