Tras cumplir los deberes en una Fase Previa inmaculada, el Real Madrid llegó al sorteo, para la Fase de Grupos en la UWCL, formando parte del tercer bombo. Uno que le ponía las cosas bastante difíciles, pues podría cruzarse con, al menos, un par de ‘cocos’. Pero, hay que estar claros también en que ese es el precio a pagar, por encontrarse dentro de los dieciséis mejores equipos del continente. Algo, tal vez, impensado para muchos, si se considera que este plantel enfrenta, apenas, su tercer año de existencia.
En el camino, dejó a un lado al Sturm Graz, Manchester City y Rosenborg, con una docena de goles a favor y uno solo en contra. Ahora, la carrera se reinicia y todos comienzan de cero. Sin poder coincidir con equipos de la misma Federación, solo había tres opciones, para el Real Madrid, dentro del grupo de cabezas de serie. Ahí, las posibilidades se reducían al Lyon, vigente campeón, el Wolfsburgo y el Chelsea. La ‘diosa Fortuna’ quiso que el primer rival fuese el Chelsea, en el grupo A.
Luego, en el segundo bombo, se encontraban sus rivales de la temporada pasada en la misma fase, el PSG. Además, estaba el Bayern, que eliminó a la Real Sociedad en la Fase Previa, junto al Arsenal. La última opción correspondía al Slavia Praga, a quienes derrotó en la pretemporada, cero a dos, con goles de Esther y Weir. El azar determinó que las rivales del Real Madrid serían las jugadoras del PSG.
Finalmente, en el bombo cuatro, las posibles rivales podían estar entre el Zürich, Vllaznia, Benfica y Roma. De ahí, salió que el cuarto integrante del grupo estaría a cargo del Vllaznia de Albania.
No cabe duda de que el camino para superar esta Fase de Grupos no será fácil. Pero si algo ha demostrado este Real Madrid, con estas guerreras, es que ha conseguido una sinergia importante. Los nuevos fichajes se han adaptado perfectamente y se entienden de lo mejor con las jugadoras que ya estaban. Las cartas están echadas y solo falta que ruede el balón, a partir del diecinueve de octubre. Siguiente objetivo, superar esta fase.