Victor Valdés ha finalizado su ‘descanso’ para volver a los banquillos. Su destino se decidió en la tarde de ayer, cuando se comunicó el acuerdo del de Hospitalet con su nuevo club. La noticia desató una enorme ilusión en los aficionados.
Tras su retirada como jugador profesional el verano de 2017 en las filas del Mildesbrogh, realizó el curso como entrenador y recaló en el juvenil del Moratalaz. Asimismo, tras una temporada completa en el conjunto madrileño, fue nombrado nuevo técnico del juvenil A del club donde alcanzó la gloria como guardameta, el FC Barcelona. En Can Barça eran muy altas las expectativas sobre él; sin embargo, grandes diferencias con Roura y Patrick Kluivert provocaron que su estancia no rebasase los tres meses en La Masía.
A mitad de temporada, con la marcha de Nacho Castro al Andorra de Gerard Piqué, el conjunto catalán depositó toda su confianza en Raúl Matito. Los malos resultados que presenta el club ocupando la posición duodécima, han tenido como consecuencia la búsqueda de un perfil carismático que trate de reflotar al equipo, y aquí es donde entra Valdés.
Habitualmente, cuando los grandes jugadores inician sus travesías por los banquillos lo hacen dando un salto a entidades importantes. No obstante, Valdés ha preferido elegir un club de Tercera División para ‘pisar el barro’ y coger la formación adecuada antes de dar el salto a categorías superiores. Así pues la llegada de Víctor Valdés al banquillo de la Unión Atlética Horta ya es un hecho.
A sus 38 años, la falta de experiencia en los mandos se ve compensada por un amplio bagaje de títulos durante su trayectoria. De hecho, en Barcelona se frotaban las manos con su posible llegada, cosa que tendrá que esperar pues tiene un desafío apasionante por afrontar.