Después de conocerse el comunicado del Real Madrid relacionado con su decisión por el caso Negreira, también conocido como Barçagate, el club catalán no tardó en responder. Lo hizo a través de su presidente, Joan Laporta, que utilizó las redes sociales para ello.
Laporta señaló: “Culés, estén tranquilos. El Barça es inocente de lo que se le acusa y víctima de una campaña contra su honorabilidad en la que ahora ya están todos. Ninguna sorpresa, defenderemos al Barça y demostraremos la inocencia del Club. Muchos tendrán que rectificar”.
Unas palabras que encierran cierto aire de victimismo colocando a “todos contra el Barça” y, a la vez, con la amenaza de que “muchos tendrán que rectificar”. No cabe duda de que es una manera llamativa y peculiar de enfocar el asunto. A fin de cuentas, fue el Barcelona el que se metió en el lío haciendo pagos al vicepresidente en funciones del CTA. Luego, ellos mismos se complicaron aún más al intentar deducir esos pagos en Hacienda. Esto, solo por nombrar un par de detalles.
Hasta ahora, se extraña que las reacciones del club culé no hayan tomado la vía de las pruebas. Argumentar un discurso, cuando del otro lado hay facturas, es una labor complicada. El Real Madrid lo que ha hecho es seguir un camino acompañado de la legalidad. No habló, mientras la Fiscalía no tomaba una decisión. De hecho, su director de Relaciones Institucionales, Emilio Butragueño, dijo que esperaban la decisión de dicho ente, antes de manifestarse. Cuando ésta apareció, llamó a su Junta Directiva para decidir los próximos pasos. Y, finalmente, esas próximas acciones tomarán protagonismo, si y solo si, el juez admite la causa. Así que, al menos del lado del Real Madrid, Laporta no tiene nada que decir. Si la justicia determina que hay algo ilegal, los merengues actuarán. Caso contrario, ni te he visto, ni sé quién eres.