La primera vuelta de Nabil Fekir en el Real Betis Balompié de Manuel Pellegrini no está siendo, ni de lejos, lo esperado tras una irregular temporada bajo el manto de Rubi. Con algunos ajustes de pizarra, el francés ha pasado a jugar más por el centro con la baja de Canales y su posterior adaptación al doble pivote. Lo cierto es que este pequeño cambio puede suponer una mejoría en el nivel del ‘8’ bético.
El propio futbolista es consciente de que no está rindiendo al nivel que podría jugar, pero lo cierto es que no por eso deja de ser menos determinante. Ya lo demostró en partidos como frente Osasuna, incluso Sevilla y Huesca. Fekir y Pellegrini comienzan a entender cómo puede ayudar mejor el francés al Betis, y es, sin duda, como generador de jugadas.
No obstante, hay una tarea que le queda pendiente al futbolista bético. A un jugador de su talla se le deben exigir conversiones o, en otras palabras, goles y asistencias. Su fútbol se debe reflejar en las estadísticas que le hagan visible su trabajo en el césped. Ya la temporada pasada reunió siete goles y cuatro asistencias, además de provocar numerosos penaltis, pero se le pide incluso más y, por ahora, está lejos de esas estadísticas con apenas un gol y dos asistencias.
Lejos de realizar comparaciones, innecesarias, con otros futbolistas que hayan ocupado roles similares al francés anteriormente, está claro que aún le queda mucho por dar a este Betis para ayudar a llegar a Europa. Ahora mismo, bajo el papel, hay dos caminos para llegar a Europa: Copa y Liga. La primera, la “vía rápida”, pero en la que cada partido se antoja más difícil que el anterior. Competición ideal para un Fekir que ha demostrado querer activarse en partidos “de altas vibraciones” y que no tuvo oportunidad en la Copa del Rey anterior con la prematura eliminación del equipo.
Crecer en este tipo de partidos debe ser fundamental para un Fekir que quiere ser baluarte de los verdiblancos junto a Canales. No obstante, para ello es inevitable no perdonar tanto de cara a portería. Fallos de puntería vistos como lo visto frente a Sevilla y Huesca es la asignatura que Fekir debe reprobar, y no precisamente en septiembre, para ser transcendental en la parcela ofensiva bética y comenzar a coger cifras goleadoras para desarrollarse como futbolista en el Villamarín.