Cada intento del Real Madrid para negociar a Gareth Bale terminaba en declaraciones de Jonathan Barnett, su agente, indicando que estaba feliz en el club y que no se iría por nada del mundo. Finalmente se produjo el movimiento que era más esperado por la afición que por el propio equipo. “Estamos hablando con el Tottenham, es el club que ama”, fueron las palabras que destrabaron el regreso del extremo a la Premier League.
De 2007 a 2013 Bale deslumbró en el equipo inglés que le vio romperse la pierna, jugar de lateral izquierdo en la zaga y finalmente cargar el peso ofensivo de un club que se fue desarrollando para ser competitivo, a pesar de la propia salida de Modric, socio predilecto en la cancha para el galés. Aquella corrida inolvidable ante el Inter de Milan convencieron al Real Madrid por echar el resto y ficharle. Ese partido finalizó 4-3 con hat-trick del extremo en fase de grupos de la 2010-2011.
101 millones de euros y una operación más costosa que la del propio Cristiano Ronaldo fueron los pasos dados por Florentino Pérez para convencer a Levy de dejar a su estrella, que desembarcó en el Bernabéu para convertirse en el heredero del portugués, que lo tendría cerca para crecer y explotar como el candidato a balón de oro que veían en los despachos madrileños.
Siete años más tarde, se restablecen las conversaciones entre ambos clubes para sacar al galés de Madrid y llevarlo de vuelta a Londres aunque ahora en condiciones poco favorables para el vigente campeón español, ya que se lleva a cabo pagando la mitad de la ficha y con un regreso pautado para dentro de un año, cuando solo le queden 12 meses de contrato y su precio sea incluso menor al de ahora.
El Real Madrid ya estuvo cerca de venderlo hace algunas temporadas al Manchester United por petición de Mourinho, técnico de los «red devils» en ese momento. Tanto es así que antes de salir a disputar un partido de pretemporada, el portugués le dijo al extremo en el túnel que si no hablaba no lo podrían fichar.
Aquella petición tardó un poco y ahora será realidad en mejores condiciones económicas para el fichaje, luego de que el jugador expresase su deseo de salir de España y poner rumbo al club de sus amores, en un regreso que le pondrá como uno de los más mediáticos y observados de la temporada en Inglaterra.
En la operación el Real Madrid pagará la mitad del salario del jugador y finalmente no se incluye a Delle Alli, al tiempo que es probable que Bale no retorne al club y la temporada que viene se pacte la salida definitiva para quedarse en el Tottenham, con el que lucirá el dorsal 9 en la presente campaña a las órdenes de José Mourinho.