Este martes el Borussia Mönchengladbach y Real Madrid se veían las caras en el Borussia Park en un encuentro en el que los blancos se veían obligados a salir victoriosos tras caer sorprendentemente en la primera jornada ante el Shartak Donest en un partido en el que los de Zidane no mostraron su mejor versión.
Zinedine Zidane repitió el mismo once inicial que empleó en el Clásico, con Lucas Vázquez de nuevo en el lateral derecho tras la lesión de Nacho Fernández en el Camp Nou. Repetía el clásico 4-3-3 con el que buscaría sumar la primera victoria en esta edición de la Champions
El Gladbach salió con sus habituales para hacer frente al conjunto merengue, buscando presionar la salida del balón desde el primer minuto para causar problemas a sus rivales. Los potros apostaron por el 4-2-3-1 para hacer frente a los vikingos en su casa en un partido que se presentaba, a priori, igualado.
El Real Madrid empezó atacando desde el primer momento, con un disparo de Benzema en el primer minuto de juego que se marchó desviado. El Borussia, por su parte, realizaba una gran presión sobre la salida del balón, poniendo en un aprieto a la defensa y al propio Courtois. Ambos conjuntos se estaban tomando su tiempo en los primeros minutos, pero fue el Real Madrid quien decidió llevar la iniciativa ofensiva y comenzó a proponer. Sería Casemiro quien intentaría sorprender con un lejano chut que se marchó por milímetros.
Transcurrían los minutos, y el partido no avanzaba. Ambos equipos trataban de mantener la posesión y construir las jugadas con calma, pero ninguno terminaba de culminarlas ni si quiera con un remate claro. Cuando el Madrid intentaba salir de su campo, la asfixiante presión del rival le obligaba a retroceder. Cuando el Borussia quería penetrar en el área blanca, más de lo mismo. Los de Zidane trataban de llegar por la bandas, pero no se concretaban en nada los acercamientos. Fue en este momento cuando el Madrid tuvo su primer acercamiento claro, con un disparo de Benzema a la media vuelta que se marchó por encima de la portería. Los merengues empezaban a sentirse cómodos.
El Madrid comenzaba a imponer su ley y los potros resistían con firmeza los ataques blancos. El Borussia trataba de hacer daño a la contra y conseguía meter miedo con sus escasos acercamientos. Trataban de recuperar el control del partido mediante posesiones largas, pero el Real Madrid ya había entrado en calor y tenía controlado, por el momento, el encuentro. Las ocasiones blancas se sucedían: desde la esquina, desde fuera del área, centrando…Pero no encontraban la manera de batir la portería de Summer.
Sería en el minuto 33 cuando todo cambiaría. Tras un robo en el centro del campo y una contra perfectamente ejecutada Marcus Thuram anotaba el primer tanto del encuentro, el cual adelantaría al Borussia justo cuando mejor estaba el Real Madrid. La jugada fue revisada en el VAR por un posible fuera de juego, pero el colegiado no vio que existiera y dio validez al gol. Sin embargo, el Madrid no bajó los brazos y buscaba recomponerse jugando igual que lo habían hecho hasta el gol de los locales. La más clara la tuvo Asensio tras rematar un pase de Lucas Vázquez en una gran jugada colectiva del Madrid.
El partido se había equilibrado, los merengues ya no tenían el total control y el Gladbach seguía proponiendo, pero los hombres de Zidane replicaban de manera inmediata. Casi se había instaurado un partido de ida y vuelta, si no fuera por las largas posesiones que mantenían ambos conjuntos. Llegaría el partido al descanso con el Madrid intentando retomar el mando del partido, pero los locales se habían acomodado y no estaban dispuestos a ceder el terreno ganado.
Comenzaban los segundos 45 minutos del encuentro en los que el Real Madrid debía buscar la remontada. Salieron los blancos con ganas, creando peligro por las bandas de nuevo, mediante Vinicius y Asensio. Sería el joven brasileño quien contase con la primera ocasión clara para los merengues en el segundo capítulo del encuentro. El Borussia parecía haber perdido parte de la intensidad de la primera mitad y el Madrid lo aprovechaba para hacerse poco a poco dueño del balón. Stindle vería la cartulina amarilla por una falta a Asensio.
Pero los locales se crecían, y en el minuto 57 los blancos sufrieron otro mazazo. Marcus Thumar anotaría su segundo tanto y pondría dos arriba a los potros, y hundía más a los hombres de Zinedine Zidane. El Madrid se encontraba desconcertado. Su buen juego no daba resultados y con el segundo gol el Borussia se animó mas de lo que estaba, recuperando su juego de la primera parte.
Transcurrían los minutos y el Madrid era incapaz. El Gladbach se había rearmado defensivamente y habían establecido un muro casi infranqueable, y a la contra estaban haciendo mucho daño al equipo de la capital. sería en el minuto 70 cuando Zidane daba entrada a Modric y Hazard, retirando a Vinicius y Kross. El Borussia hizo un cambio también. Se marchó Thuram, el jugador clave del encuentro y entraba Herrmann. Dispuso Hazard de una ocasión muy clara para recortar distancias, pero se marchó fuera por escasos milímetros. Apenas se se daba alguna jugada destacada, el partido estaba entrando en decadencia, por el cansancio de ambos equipos. En el minuto 78 Belsebaini vería la amarilla y se macharían Plea y Stindle para dar paso a Embolo y Wolf.
El Madrid hacía un nuevo cambio en el 84, marchándose Asensio del campo y dando entrada a Rodrygo. En el minuto 86 llegaría el tanto que el Madrid estuvo buscando durante todo el encuentro, pero tarde. Tras un centro de Valverde rechazado, sería Benzema, de espaldas quien conseguiría recortar distancias con un gol muy difícil, pero ya no había casi tiempo ni para intentar lograr el empate. En la acción posterior Casemiro vería la tarjeta amarilla. El arbitro añadió cuatro minutos de descuento en los que se dio el milagro. En el minuto 93, el favorito de muchos aficionados merengues, Casemiro anotaba el tanto del empate tras recibir un balón de Ramos previamente centrado por Modric.
Terminaba el encuentro con un milagroso empate y un Madrid que se volvía a dejar la victoria en un partido muy sufrido contra un gran Gladbach que vio como se le escaparon tres puntos que tenían casi amarrados.