El Real Madrid volvió a obtener en Kiev una nueva derrota, esta vez contra el Shakhtar Donetsk en la Liga de Campeones. Precisamente en la capital ucraniana, vimos la decadencia de un proyecto que tan solo dos años antes lograba la cima conquistando la decimotercera Champions League. En la noche de ayer, se contempló a un equipo que no da para más. Porque al Madrid no le faltaron ganas ni esfuerzo, lo que demostró ante el Shakthar fueron problemas estructurales de gran calibre.
Fragilidad defensiva
El Real Madrid, históricamente, no ha tenido un sistema defensivo sólido y en los últimos años es cuando más se ha notado. Algo que no ocurrió en la campaña pasada, cuando Zinedine Zidane logró fortalecer su zaga defensiva y el resultado fue la obtención de la trigésima cuarta Liga española.
Al final del curso pasado, después de la reanudación por el coronavirus, los de Zidane fueron un muro. Disputaron 11 encuentros en la competición doméstica. Ganaron diez y empataron uno, en los que anotaron 21 tantos y recibieron sólo seis. Thibaut Courtois era una muralla, apenas se le acercaban a la portería y, cuando lo hacían, tenía intervenciones maravillosas. Era un equipo muy fuerte que comenzaba todas sus jugadas desde atrás y la falta de gol no les afectó en gran medida.
Pero de un momento a otro, la magia se esfumó y el Real Madrid volvió a sufrir por su fragilidad defensiva. Desde entonces, el club blanco va en caída libre, pues en liga tiene un promedio prácticamente de un gol por encuentro y en Champions de 1,8 por partido. 21 goles en 17 encuentros en lo que va de temporada, dato ato que podría ser peor sin la presencia de Courtois, a pesar de que cometa fallo puntuales, como el que generó el segundo gol del Alavés.
Carencia de ocasiones y de gol
El conjunto blanco certifica el problema que lleva acarreando desde la salida de Cristiano Ronaldo del Madrid, el gol. El Real Madrid empezó LaLiga quedándose a cero y afloró el debate de casi siempre: la falta de gol. Sin embargo, Zidane, que sigue teniendo confianza en sus jugadores, establece el mismo pregón: “Los goles llegarán”. Pero las semanas pasan y el Madrid sigue sin encontrar puerta. Un problema con difícil solución. Zidane tiene a su disposición a tres delanteros de los cuales dos de ellos han estado fuera de los terrenos de juego varias semanas. Benzema por lesión y Jovic por Covid-19. Mariano ha tenido que ser el salvavidas del equipo en ataque en los últimos encuentros. Algo que salió bien ante el Villarreal donde anotó el tanto del empate, pero que se quedó en un simple espejismo.
La realidad es que el problema de gol tiene muy difícil solución, porque a Zidane sólo le gusta un delantero de los tres que tiene, porque el club no piensa fichar otro nueve y porque Rodrygo y Vinícius nunca se han mostrado como grandes goleadores. Así que Zidane debe tirar con lo que tiene y agarrarse en un futuro a dos jugadores que ahora mismo son dos monedas al aire: Hazard y Asensio, dos cracks que arrastran problemas físicos muy graves.
Calendario saturado
En la actualidad nos encontramos ante el calendario más saturado de los últimos años. La pandemia del coronavirus ha incrementado el ritmo de competición, algo que esta pasando factura en los clubes. El Real Madrid es uno de esos afectados, ya que suele tener 10 o 12 internacionales en cada parón de selecciones y eso se nota en el campo. Kroos es uno de los jugadores que más le ha pasado factura y ha mostrado su enfado: “Si hubiera un sindicato de jugadores que tomara decisiones en este tema, no disputaríamos la Liga de Naciones o la Super Copa de España en Arabia Saudita, tampoco un Mundial de Clubes de 20 o más equipos”, admitió el pasado mes de noviembre.
La crisis parece haber comenzado, pero se puede agravar en las próximas semanas. En lo que resta de mes, el conjunto blanco tiene partidos vitales para saber el rumbo de los de Zidane en las diferentes competiciones.
El equipo disputará siete partidos hasta que concluya el año. Seis de ellos serán de Liga y uno de Champions. Los blancos comenzarán el ‘tourmalet’ este mismo sábado en el Sánchez Pizjuán, donde se verán las caras frente al Sevilla, su inmediato perseguidor en LaLiga Santander.
Con poca tregua, el Real Madrid afrontará cuatro días más tarde el partido más importante de la temporada. El miércoles se verá las caras frente Borussia Mönchengladbach con el pase a octavos de final de la Champions League en juego. Nuevamente, el sábado 12 de diciembre, llegará el primer derbi de la temporada ante el Atlético en casa. Y, tres días después, tercer partido consecutivo en el Di Stéfano con la visita del Athletic.
En el resto del mes, el equipo afrontará los encuentros frente al Eibar a domicilio (20 de diciembre), ante el Granada en casa (23 de diciembre) y, finalmente, contra el Elche en su feudo (29 o 30 de diciembre).