El ímpetu inicial con la llegada de Gareth Bale al Tottenham, en calidad de cedido, se ha ido diluyendo en el tiempo y las voces que criticaban a su entrenador en el Real Madrid CF, Zinedine Zidane, por el manejo de su situación, han bajado decibelios visto el pobre rendimiento del jugador hasta los momentos.
Sin contar el encuentro de hoy, donde el Tottenham se enfrenta al Wycombe Wanderers en el marco de la FA Cup, el galés apenas acumula 623 minutos de juego en todas las competiciones y de ellos, apenas 160 en la Premier, es decir, ni siquiera alcanza el 10% de los minutos posibles a jugar en ella, aparte de no haber completado los 90 minutos en ninguno de los encuentros en que participó.
Si hace días atrás se filtraba un vídeo donde Mourinho le atizaba en el entrenamiento diciéndole si quería quedarse allí o regresar a Madrid y no jugar, en la rueda de prensa del día de ayer, previa al encuentro frente al Wycombe Wanderes, volvió a mandarle un recado indicando que los minutos en el campo no es algo que pueda regalar, aparte de que sigue arriba y abajo en algunas cosas.
Lo cierto del caso es que sólo el tiempo dirá si Bale es capaz de aprovechar esta oportunidad o, por el contrario, le dará la razón a Zidane y tendrá que regresar al Madrid a cumplir con su último año de contrato, pero ya sin ninguna excusa posible lo cual, hasta ahora, es el escenario que se ve con mayor probabilidad de cumplirse.