En las últimas semanas se ha estado hablando con insistencia de un grupo de canteranos del Real Madrid que han ido convocados con el primer equipo, a causa de la gran cantidad de lesiones que está afectando a la plantilla. Este grupo, aparte del potencial que ha ido demostrando en las distintas categorías, formó parte del equipo que se coronó campeón de la pasada edición de la Youth League, en el mes de agosto pasado, al derrotar al Benfica 2-3 en la ciudad de Nyon, bajo la dirección de Raúl.
En aquella alineación titular, el delantero centro fue Pablo Rodríguez, natural de Las Palmas, y fue él quien abrió el marcador para conducir a su equipo al primer título logrado en la competición. Ese gol, contó con la asistencia de un jugador que ya tiene varias apariciones esta temporada con el primer equipo, y no es otro que Arribas. Tres minutos después, Pablo tuvo que ser sustituido por una lesión, que él mismo reconoce en una entrevista concedida al diario Marca, se había producido momentos antes de marcar ese gol: “En la jugada anterior hice un sprint y noté un pinchazo. Mi intención era pedir el cambio, pero el balón se puso en juego rápido y ‘me hice el loco’. Tuve la suerte de que me llegó y pude rematar el gol. Traté de celebrarlo, pero ni siquiera podía. Es el gol más importante que he marcado”.
A partir de ahí, más allá de la celebración que supuso, a la postre, el título alcanzado, y aun cuando estaba llamado a dar el salto del Juvenil A al Castilla, sintió que la llegada de Hugo Duro, a préstamo desde el Getafe, podía cortar su progresión y decidió marcharse traspasado a la US Lecce de la Serie B italiana. El comienzo no fue nada sencillo, aparte de la lesión que sufrió en la final de la Youth League, contrajo la COVID-19, pero ya se encuentra recuperado y está comenzando a mostrar su potencial al punto de que, si en las inferiores del Madrid era comparado con Raúl, en Italia no han querido ser menos y ya lo han llamado el “Inzaghi de Lecce”.
Hasta ahora, ha participado en seis encuentros sumando 213 minutos de juego y aportando cuatro goles, además de una asistencia, para un extraordinario promedio de un gol cada 53 minutos y una participación de gol cada 42’.
El Real Madrid, tal y como ha sido su costumbre en los últimos tiempos, se guardó un derecho de tanteo sobre el jugador de 19 años, lo que le garantiza poder igualar la oferta de cualquier otro equipo y traérselo de nuevo a sus filas. Aún falta mucho camino que recorrer, ya que tiene contrato con el Lecce hasta 2025, pero no deja de ser una interesante opción de futuro si el jugador mantiene su progresión ascendente. Mientras tanto, La Fábrica sigue dando que hablar, dentro y fuera del Madrid, y quién sabe si estos tiempos difíciles que corren, proporcione a los chavales la oportunidad que necesitaban para brillar.