Partido disputado en la noche del sábado 25 de septiembre de 2021, a las 21:00h, en el estadio Santiago Bernabéu, correspondiente a la séptima Jornada de LaLiga, entre el Real Madrid C.F. y el Villarreal C.F. El encuentro fue dirigido por el árbitro Jesús Gil Manzano, con el apoyo en el VAR del colegiado José Luis Munuera Montero.
Siguiendo el protocolo sanitario, se permitió la entrada al 60% de la capacidad registrada en el estadio, además de empleados, operarios y medios de comunicación. Bajo estas condiciones, el Bernabéu pudo contar con un máximo de 48.625 espectadores.
Alineaciones:
Con la dirección del entrenador italiano, Carlo Ancelotti, el Madrid llevó a 22 convocados para el partido. Se quedaron fuera, por lesión, Kroos, Marcelo, Mendy, Ceballos, Carvajal y Bale. Los chicos del Castilla, Miguel Gutiérrez y Antonio Blanco, repitieron tras su presencia en todas las listas anteriores. Finalmente, la decisión de Carletto fue salir de inicio con Courtois, Valverde, Militão, Alaba, Nacho, Casemiro, Modrić, Asensio, Rodrygo, Benzema y Vinícius.
El Villarreal, bajo el mando del técnico guipuzcoano Unai Emery, tampoco pudo contar con varios jugadores lesionados. Raba, Chukwueze y Gerard Moreno, causaron baja por dicha razón. Al final, viajó con una convocatoria de 21 jugadores. El once inicial quedó integrado por Rulli en la portería, acompañado por Foyth, Albiol, Pau Torres, Alberto Moreno, Coquelin, Capoue, Parejo, Pino, Alcácer y Danjuma.
La temporada pasada, ambos conjuntos empataron a un gol por lado en La Cerámica. En el Di Stéfano, el Madrid venció dos a uno, con arbitraje de Munuera Montero, el mismo que estuvo hoy en el VAR.
El partido:
Comenzó el encuentro con la primera incógnita resuelta: Valverde lateral por la banda derecha. La remota posibilidad de colocar a Casemiro como central, junto a Militão, para poner en banda a Nacho y Alaba, no fue del gusto de Ancelotti, al menos, en esta oportunidad. Su preferencia continúa siendo el colocar al austríaco en el centro. Los primeros minutos también mostraron las estrategias. El Madrid con la posesión y llevando la iniciativa en ataque y en la presión alta al perder el balón. El Villarreal con las líneas muy juntas, con muchos efectivos en defensa y buscando el contragolpe.
En el minuto 12’, la primera jugada de peligro real quedó a cargo del Villarreal. La estirada de Courtois despejó al saque de esquina el remate de Danjuma, que logró regatear a Valverde. Tres minutos después respondió el Madrid de forma muy similar con Rodrygo, consiguiendo también el saque de esquina, cobrado por Asensio. Durante el primer cuarto de hora, el mallorquín solo aparecía en los cobros en el vértice del campo.
Cuando corría el minuto 17’, se apreció claramente lo que puede brindar Valverde como lateral. Corte de balón, arranque en velocidad por derecha, balón rebotado en un jugador amarillo, el uruguayo volvió a tomar el balón y continuó en velocidad por la izquierda. La fuerza y la velocidad que imprime, saliendo de propio campo, es digna de ver. Su recorrido y alcance es temible para el contrario.
El final de los 20, mostró a un Villarreal haciéndose del control del juego. El conjunto merengue no lograba recuperar el balón y se cambiaron los papeles. Los blancos defendiendo y al contragolpe. El submarino amarillo con la posesión. Al 30’, se cobró una posición adelantada que ya había dejado otro gran rechace de Courtois. En el 34’, Nacho reclamó un penal por infracción de Albiol, pero el arbitraje no lo consideró así. Las imágenes no dejaron en buen lugar a los colegiados y el ‘todo ok José Luis’, retumbaba en la memoria madridista.
Vinícius se ganó la amarilla por protestar una supuesta falta sobre Parejo, en el minuto 39’. Un minuto después discutía con Pau Torres y Albiol tras una internada donde cayó en el área. Las dos acciones parecieron levantar al Madrid que se fue a buscar el gol. Sin tiempo añadido, terminó el primer parcial mostrando a un Ancelotti enojado. Tal vez por el juego de su equipo, o las decisiones arbitrales, o un poco de todo.
En el descanso, el técnico italiano sacó a Rodrygo y le dio entrada a Camavinga. El Villarreal, concretamente Rulli, provocaba los abucheos del público por todo el tiempo que perdía en cada saque. La duda era por cuánto tiempo lo iba a permitir Gil Manzano. En el 49’, Vinícius recibió una falta fortísima de Foyth, el arbitraje la marcó, pero no consideró que fuese acreedora de tarjeta. El brasileño no daba crédito y así se lo reclamaba al colegiado. El cobro de la falta dejó un remate de Militão que, por poco, abre el marcador.
La entrada de Camavinga movió a Asensio al puesto que ocupaba Rodrygo como extremo por derecha. Su presencia en el campo, también permitió que Modrić se adelantara y el Madrid se hizo con el control del encuentro. Aun así, Courtois se vio de nuevo exigido por un remate de Danjuma, el más peligroso del Villarreal. En el 54’, Coquelin se ganó la amarilla por falta sobre Asensio. Un minuto después, era el croata el que discutía con el principal. Los blancos lucían desesperados con la actuación arbitral. El cobro de la falta casi provoca el gol de Alcácer.
En el 58’, Emery hizo dos cambios. Se marcharon Alcácer y Coquelin, para que entraran Boulaye y Moi Gómez. Este último se ganó la amarilla en el 70’, por falta sobre Militão. Dos minutos después salió Modrić y entró Hazard. Al 74’, Alaba cortó un balón y su pase en profundidad a Vinícius provocó una de esas jugadas del brasileño que levantan a la grada. Así se lo pidió al público, buscando el apoyo de ese jugador número doce.
Isco Alarcón ingresó en el 80’, en sustitución de Asensio. Un partido gris del mallorquín, que hacen saltar de nuevo las dudas acerca de su desempeño. El Madrid estaba volcado sobre el área del Villarreal y se jugaba en la frontal de Rulli. Salieron Pino y Danjuma en el 83’, para que entraran Trigueros y Rubén Peña. Un par de minutos después, se marchó Foyth y entró Mario Gaspar.
Los cuatro minutos de añadido también se jugaron, en su mayoría, en el área del Villarreal, pero no se alteró el marcador. Un encuentro marcado por el arbitraje, con un Villarreal que tuvo un protagonismo esporádico, pero que prefirió recurrir a cerrar líneas y jugar con el cronómetro. Un Madrid que lo intentó, pero no pudo.