Partido disputado en la noche del martes siete de diciembre de 2021, a las 21:00h, en el Santiago Bernabéu, correspondiente a la sexta jornada de la Fase de Grupos en la Champions League, entre el Real Madrid y el Inter de Milán. El encuentro fue dirigido por el árbitro alemán, Felix Brych, con el apoyo en el VAR del colegiado de la misma nacionalidad, Marco Fritz. Casualmente, en la ida, el arbitraje también fue de origen alemán y con el mismo encargado en el VAR.
Alineaciones:
Con la dirección del entrenador italiano, Carlo Ancelotti, el Madrid llevó a 23 convocados para el partido. Se quedaron fuera, por lesión, Ceballos, Bale y Benzema. La decisión de Carletto fue salir de inicio con Courtois, Carvajal, Militão, Alaba, Mendy, Casemiro, Kroos, Modrić, Rodrygo, Jović y Vinícius.
El Inter, bajo el mando del técnico placentino Simone Inzaghi, armó una convocatoria de 22 jugadores. El once inicial quedó integrado por Handanovič, D’Ambrosio, Škriniar, Bastoni, Dumfries, Barella, Brozović, Çalhanoğlu, Perišić, Lautaro y Džeko.
En el encuentro anterior, hace casi tres meses, el Real Madrid venció en San Siro con marcador de cero a uno. Rodrygo decidió un cotejo caracterizado por el duelo entre ambos porteros, a falta de un par de minutos para terminar el tiempo reglamentario. El objetivo para los merengues no era otro que conservar el primer lugar del grupo que les ubicaría en el primer bombo de octavos. Más temprano, los juveniles hicieron lo propio al derrotar a los italianos con marcador de dos a uno en la Youth League. De seguro, la primera plantilla no querría ser menos.
El partido:
Bajo la capitanía de Modrić comenzó el Madrid su andar en el partido y sin ni siquiera llegar al segundo minuto, ya Vinícius levantó al Bernabéu con un disparo cruzado que salió fuera por muy poco. Incluso quedó la duda de si hubo un ligero desvío del defensor, no apreciado por el arbitraje. Al minuto siguiente, se llevó en velocidad a tres marcadores, pero le robaron el balón en el último instante. El Inter también trataba de aproximarse con peligro y Brozović estuvo muy cerca de conseguir su anotación.
En el minuto 7’, los italianos reclamaban una pena máxima de Carvajal que no era tal y Brych así lo confirmó, con apoyo del VAR. La jugada se había iniciado con una salida muy rápida ante una presión alta del Madrid. Los primeros minutos mostraron un encuentro con oportunidades de uno y otro lado, además de muy entretenido. En el 11’, Carvajal logró desviar un remate de Perišić. La velocidad y los pases entre líneas de los italianos llevaban mucho peligro.
El primer cuarto de hora mostró una posesión de 61%, favorable al Inter, pero poco le importó la cifra al Madrid. En el 17’, Toni Kroos soltó un remate desde afuera del área con su pierna ‘mala’, la zurda, en el que Handanovič nada pudo hacer. Mejor momento no pudo escoger el alemán, pues los italianos vivían sus mejores minutos. En el 22’, Vinícius cayó en el área, pero el árbitro no consideró falta.
La tónica no varió con el gol. Los nerazzurri lo intentaban constantemente, pero el Madrid no se descomponía en defensa. Contradictoriamente, se podría decir que los merengues hasta se sentían cómodos con la presión italiana. A fin de cuentas, si tienes la velocidad de Vinícius y Rodrygo, el contragolpe no luce nada mal como opción de juego. Tan era así, que el Inter seguía dominando, pero el 35’, casi trajo el segundo gol merengue cuando Jović falló por muy poco. En el 44’, Rodrygo estrelló la pelota en el poste y al minuto siguiente lo volvió a intentar yéndose fuera por muy poco.
Un primer tiempo donde es cierto que el Inter dominó, con 57% de posesión, pero había que destacar también que la mayoría de sus remates se estrellaban en la defensa blanca. El Madrid lucía llevando mayor peligro y el marcador lo demostraba con el gol a favor, pero quedándose corto porque pudieron ser cuatro más. Un primer tiempo muy bueno por ambos conjuntos, con mayor efectividad merengue.
La segunda mitad arrancó con una variante del lado del Inter. Ingresó Dimarco y salió Dumfries. En el 47’, el Inter armó una gran jugada, pero el remate de Barella se fue muy alto. Dos minutos después, Casemiro fue literalmente arrollado al punto que Camavinga salió a calentar y se temía lo peor, con el derbi en el horizonte. Afortunadamente, el brasileño volvió al terreno de juego. El autor de la falta, D’Ambrosio, se ganó la amarilla en el 54’ por falta sobre Vinícius. En la siguiente acción, Vinícius habilitó a Jović que se sacó un remate de la chistera que exigió a Handanovič. Luego fue Casemiro el que forzó la respuesta del portero, tras ser habilitado, de nuevo, por Vinícius. El Madrid era un vendaval.
En el 58’, Inzaghi introdujo tres cambios. Entraron Vidal, Alexis y Vecino, en lugar de Brozović, Çalhanoğlu y Džeko. Tres minutos después, se armó una trifulca provocada por Barella que agredió con un puñetazo en la pierna a Militão. Tras consultar al VAR, el italiano salió expulsado y el brasileño con una amarilla. Tal vez la impotencia ante el gran partido del defensa central provocó la acción.
El 69’, trajo un nuevo intento de Rodrygo repelido por el portero. En la siguiente acción, Ancelotti apostó por Camavinga, en sustitución de Casemiro, posiblemente para protegerle del golpe sufrido. El brasileño se marchó ovacionado por el Bernabéu. Bastoni, en el 73’, recibió la amarilla por falta cometida sobre Jović. Tres minutos después, Carletto sacó al serbio, además de Rodrygo y Kroos para que ingresaran Asensio, Mariano y Valverde. De inmediato, sucedió lo que hemos repetido hasta el cansancio. El mallorquín es otro cuando entra como revulsivo y se mandó un golazo descomunal. Lo dejaron solo, se acomodó, buscó hacia adentro y con la zurda batió a Handanovič. Nada más y nada menos, que el gol 600 del Real Madrid en la competición. Después de la anotación, Ancelotti sacó a Vinícius para que recibiera la ovación del Bernabéu y colocó a Hazard.
En el 84’, no podía faltar la salvada de Courtois, muy bien colocado ante un potente remate de cabeza realizado por Škriniar. Cinco minutos después, el Bernabéu coreaba el nombre de Militão. A su partido ya no le cabía otro apelativo que no fuese el de descomunal. El árbitro no concedió tiempo adicional y el Madrid cerró la Fase de Grupos como puntero. Al camino de espinas ya solo le quedan tres paradas, y las sensaciones de este Madrid, no pueden ser mejores. El apelativo ‘coral’, se le está quedando corto.