En el pasado mes de diciembre, Karim Benzema alcanzó su partido 400 en LaLiga con el Real Madrid. Ahora, en la Jornada 26 del torneo local y, gracias a un gol suyo, el francés alcanzó su victoria 400 en las filas merengues. Quiso la casualidad que en el mismo enfrentamiento, Asensio consiguiera su partido 150 en LaLiga, a la vez de su centésimo triunfo.
El delantero se encuentra disputando su decimotercera temporada en el club y este triunfo llega en su cotejo 590. Esto quiere decir que Karim ha logrado vencer en el 68% de los enfrentamientos disputados con el club. En la presente campaña, lleva 2.626 minutos disputados, con 26 goles y 11 asistencias en 31 encuentros para un promedio de 1,2 participaciones de gol por encuentro. Unas cifras demoledoras y que le mantienen como el cuarto goleador histórico del club, con 305 tantos.
Estas 400 victorias comenzaron el día de su debut, un 29 de agosto de 2009 frente al Deportivo de La Coruña en el Santiago Bernabéu. A su vez, esta cifra se reparte en los distintos torneos con 286 en LaLiga, 74 en Champions League y 24 en Copa del Rey. Además, reúne ocho en el Mundial de Clubes, cinco victorias en la Supercopa de España y tres en la Supercopa de Europa.
Por supuesto que estas victorias van acompañadas de títulos colectivos y ahí, Benzema disfruta de 20 trofeos en sus vitrinas. Cuatro Champions League, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, tres Ligas, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas de España, componen su palmarés.
Próximo a cumplir los 600 partidos con el Real Madrid y a sus 34 años, ya nadie duda del talento y la efectividad del ‘nueve con alma de diez’. Además, para beneplácito de la afición, parece que la edad no hace mella en él y cada año se le ve mejor que el anterior. Hoy en día, conforma junto a Vinícius la pareja más letal de LaLiga y una de las mejores de Europa. En ellos recaen las esperanzas para alcanzar el codiciado trofeo del torneo local y derrotar al PSG para seguir avanzando en la Champions. Y a la luz de su desempeño, el objetivo no luce descabellado.