Las guerreras merengues no dejan de creer y derrotan al Levante

Después del varapalo que significó el encuentro de cuartos de final de la Champions, donde una deficiente actuación arbitral desquició a jugadoras, cuerpo técnico y aficionados, el Real Madrid Femenino regresó al Alfredo Di Stéfano. El motivo no era otro que la disputa de la jornada 25 de la Primera Iberdrola, contra el Levante. Casualmente, su mismo rival en cuartos de la Copa de la Reina y que se aplazó por el brote de COVID en el conjunto granota.

El objetivo no ha cambiado y no es otro que seguir en la senda victoriosa para alcanzar los puestos europeos. Habiendo recuperado y ganado dos de sus tres partidos aplazados, contra Atlético de Madrid y la UDG Tenerife, y a dos puntos del tercer puesto, el equipo depende de sí mismo para ello. El conjunto levantino, si bien es cierto tiene menos ritmo que la pasada campaña, donde logró clasificarse para la Champions, no deja de ser peligroso. Actualmente ocupa el séptimo puesto y tiene tres victorias con dos derrotas en sus últimos cinco encuentros.

Con una racha envidiable desde la llegada de Alberto Toril, el Madrid ocupaba el quinto puesto de la tabla. Desde que se hizo cargo del equipo, han disputado dieciséis enfrentamientos, doce de ellos en el torneo local. También, jugaron tres en Champions y uno en la Supercopa. El saldo global se ubica en doce victorias y cuatro derrotas, pero todas ellas contra el ya campeón de la competición, el Barcelona.

En esas cuatro caídas sucedió de todo, pero ya puede presumir de ser el único equipo que les ha obligado a remontar un resultado parcial. Además, no ha habido otro que haya podido culminar con marcador a favor en dos intervalos de 45 minutos. Estos logros pudieran parecer etéreos, pero no han sido conseguidos por nadie más, ni siquiera en Europa. Así que, si el Madrid apenas en su segundo año, ya está plantando cara ante rivales con muchísimo más recorrido, el mérito es incuestionable.

Volviendo a la Primera Iberdrola, la estadística dice que el Madrid ha ganado cuatro y perdido uno de sus últimos cinco cotejos. Su técnico, Alberto Toril, armó una convocatoria con 20 jugadoras, con las mismas tres importantes ausencias de las últimas fechas: Kaci, Asllani y Cardona. Sin embargo, vuelven a aparecer dos canteranas: Paula Partido y Carla Camacho. A partir de ahí, su once inicial quedó conformado por: Misa, Kenti, Ivana, Rocío, Svava, Oroz, Teresa, Zornoza, Nahikari, Esther y Athenea. En la otra acera, el Levante, se presentó con una lista de 20 jugadoras. Su técnico, Andrés Tudela, ofreció una alineación con: Paraluta, Nuria, Paula, Calligaris, Jucinara, Leire Baños, Érika, Andonova, Irene, Gio y Alba Redondo.

Comenzó el partido con el Madrid haciéndose con el control del balón y apenas a los dos minutos ya conseguían su primer saque de esquina, cobrado sin consecuencias. Una situación que se repitió dos minutos después. El Levante arrancó defendiendo con un bloque medio y le costaba hilvanar jugadas de ataque, producto de la presión alta merengue. Svava se mostraba muy activa por banda izquierda y se proyectaba al ataque con frecuencia.

Al filo de los diez minutos, el conjunto granota empezó a presionar un poco más arriba, pero el Madrid no se descomponía. En el 12’, un pase al espacio encontró a Andonova, pero se apuró en el remate y la defensa blanca controló la acción. Zornoza vio la amarilla en el 15’, al cortar un contragolpe.

El partido se volvió trabado y a ambos conjuntos les costaba armar las jugadas. Teresa lo intentaba sin éxito, en el 23’, desde afuera del área, buscando opciones diferentes de juego. Kenti Robles se hizo protagonista en las dos siguientes acciones. Primero se devoró la cancha yéndose al ataque y forzando un saque de esquina, que luego controló la guardameta rival. En la siguiente, cortó providencialmente un ataque de Gio. Al 27’, un encontronazo entre Andonova y Esther trajo la peor parte para la macedonia que requirió atención médica. En la reanudación, Irene vio la amarilla, tras derribar a Esther en la frontal del área. Sofie Svava se encargó del cobro que llevó angustia cuando el balón rebotó en la barrera y Paraluta debió salir al corte.

Andonova no logró recuperarse y era consolada en el banquillo. Fiamma Benítez ingresó en su lugar. En el 37’, el frente de ataque merengue logró conectarse entre sí, pero el remate final de Athenea no fue bueno y la guardameta del Levante controló fácilmente el balón. El Madrid lo intentaba de varias formas. Así, en una acción inédita, Rocío se proyectó por derecha, pero su centro al medio no pudo ser rematado de buena manera por Kenti Robles. El balón se fue a las nubes, en lo que probablemente había sido una de las mejores jugadas capitalinas en ataque.

Los minutos finales, incluyendo los tres de añadido, mostraron a ambos conjuntos tratando de desequilibrar el marcador. La más clara corrió a cargo del Levante cuando Érika se desprendió por banda derecha y pudo conectarse con Alba Redondo. El disparo de la nacida en Albacete hizo lucir a Misa que despejó de manera sensacional al saque de esquina. El cobro fue controlado nuevamente por la canaria que inició un contragolpe que también finalizó en un córner sin consecuencias. Se cerraba así un primer tiempo trabado, con oportunidades para ambos, un mayor dominio para las merengues y con igualdad a cero.

El segundo tiempo comenzó con Athenea intentado sorprender, sin éxito, desde afuera del área. Dos minutos después, Teresa se conectó con Nahikari, pero Paraluta contuvo el remate. Athenea, Kenti y Oroz lo intentaron, sin premio, al 49’. Las granotas consiguieron forzar un saque de esquina, en el 50’, que les daba un poco de respiro ante la presión inicial merengue. Al 51’, Esther habilitó con un gran balón a Teresa, que le devolvió la gentileza, pero el remate de la andaluza se fue alto. Los primeros minutos eran un vendaval blanco.

Svava lograba desmarcarse, en el 54’, y su centro no pudo ser rematado con facilidad. Aun así, Kenti conseguía un saque de esquina, cobrado sin generar peligro. Al 57’, chocaron en el área Misa y la capitana Alba Redondo. Ambas tuvieron que ser atendidas, pero lograron recuperarse. En el 60’, Nahikari estremeció el arco contrario con un remate desde afuera del área que solo el vértice logró despejar.

En el 61’, Andrés Tudela, técnico del Levante, introdujo tres cambios. Salieron Andrea, Gio y Paula, para que ingresaran Falcón, Tatiana y Lloris. Por su parte, al 63’, Toril sacó a Nahikari y Oroz para dar entrada a Olga Carmona y Caroline Møller. Al 66’, las dos recién ingresadas hicieron lucir a Paraluta que se vistió de héroe al rechazar el remate final de la danesa.

El Di Stéfano, consciente de lo que estaba en juego, animaba sin descanso a las jugadoras merengues. Athenea conseguía el saque de esquina, al 71’. El cobro de Zornoza trajo una nueva oportunidad, que no pudo ser aprovechada por Rocío. La cántabra y Møller lo intentaban al 73’, pero la defensa granota lograba resolver la situación. Luego fueron la danesa y Esther, pero Paraluta controló el remate final de la andaluza. El Levante no renunciaba al ataque, sin embargo, la defensa del Madrid lucía sólida.

Lorena Navarro y la canterana, Carla Camacho, entraron en el 81’, en lugar de Athenea y Kenti Robles. Del lado granota, salió Alba Redondo e ingresó Carolina Férez. No cejaba el Madrid en su empeño y seguía buscando, sin éxito, el desequilibrio en el marcador. Al 86’, dos saques de esquina consecutivos inquietaban a Paraluta. El Levante achicaba balones como podía y veía el empate como bueno. En el 88’, caía Esther en el área y el Di Stéfano rugía. Carla lo intentó, al 88’, pero la guardameta del Levante lograba resolver. Finalmente, un minuto después, Esther se revolvió en el área hasta que el balón llegó a la recién ingresada Lorena Navarro  que lograba el ansiado gol. Toril sacó a la andaluza en el 90’, para que entrara Lucía y recuperar así la banda derecha que había descompensado con la salida de Kenti en el 81’.

Los cinco minutos de añadido trajeron angustia al bando merengue cuando Rocío despejaba un balón y casi marcaba en propia puerta. El Levante intentó conseguir en el agregado lo que no había buscado en la segunda mitad, pero no lo logró. El Madrid, a fuerza de empuje y coraje se llevaba el partido y sigue dependiendo de sí mismo para alcanzar los puestos europeos. Con un partido aplazado, se ubica, momentáneamente en el cuarto puesto. Las guerreras creyeron hasta el final y se llevaron la victoria.

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