El delantero del Real Madrid, Rodrygo Goes, ofreció declaraciones al culminar el partido contra el Sevilla, en el marco de la Jornada 32 de LaLiga. Su gol volvió a marcar la ruta de la remontada, así como lo fue, en el reciente partido de Champions frente al Chelsea.
Comenzó el brasileño dando sus impresiones: “Nos vamos con las mejores sensaciones, siempre peleamos hasta el final. Sabíamos que era un partido muy difícil”. Asimismo, habló de su actuación: “Estoy feliz por haber podido entrar en la segunda parte, meter gol y dar la asistencia para ayudar a mi equipo. Hay que valorar estos tres puntos porque nadie ha ganado aquí y nosotros sí. Son tres puntos que nos dejan más cerca de nuestro objetivo, que es ganar LaLiga”.
Rodrygo reveló parte de la charla sostenida con Ancelotti en el entretiempo: “El entrenador nos dijo que jugáramos más, porque en la primera parte nos costó y ellos fueron mejores. Son cosas que solo el Real Madrid es capaz de hacer, estoy muy orgulloso por formar parte de este equipo y por remontar estos partidos”.
Ya en el partido anterior, contra el Chelsea, Rodrygo inició el camino de la remontada. Ahora, frente al Sevilla, y en un campo complicadísimo, lo volvió a hacer. Sin embargo, su contribución sería injusto medirla solo en goles, porque también su juego mejoró, en mucho, la labor del equipo. Es lo que tiene este Madrid 2.0 de Ancelotti. No importa quien entre, hace lo suyo y contribuye en el resultado final.
El mes de abril parece estar enrumbado y LaLiga está cada vez más cerca. Sin embargo, no hay que olvidar lo que falta y que estamos en presencia del mes más cargado del calendario hasta el momento. Tres días ahora para recuperar y preparar la visita al Osasuna y, luego, una semana para las semifinales de Champions.
El balón no se detiene, la definición de los títulos está cada vez más cerca y Rodrygo será, de seguro, parte importante en todo este entramado. Tal y como él mismo lo dijo, tras el pasado partido de Champions: “Vamos a pelear por ganar todo, la Champions y LaLiga”. Y por lo visto en el Sánchez-Pizjuán, pocos deben de quedar que lo duden.