Partido disputado en la noche del miércoles cuatro de mayo de 2022, a las 21:00h, en el Santiago Bernabéu, correspondiente a la vuelta de las Semifinales de la Champions League, entre el Real Madrid y el Manchester City. El encuentro fue dirigido por el árbitro italiano Daniele Orsato, con el apoyo en el VAR del colegiado, de la misa nacionalidad, Massimiliano Irrati.
Alineaciones:
Con la dirección del técnico italiano Carlo Ancelotti, el Madrid presentó dos bajas, personificadas en Eden Hazard y Gareth Bale. David Alaba no logró llegar a tiempo para meterse en el once titular, pero sí fue incluido en la convocatoria que incluyó a 23 jugadores. Finalmente, la decisión de Carletto fue salir de inicio con Courtois, Carvajal, Militão, Nacho, Mendy, Valverde, Casemiro, Kroos, Modrić, Benzema y Vinícius.
El Manchester City, bajo el mando del técnico español Pep Guardiola, armó una convocatoria de 24 jugadores. El once inicial quedó integrado por Ederson, Walker, Rúben Dias, Laporte, João Cancelo, Rodrigo, De Bruyne, Bernardo, Mahrez, Foden y Gabriel Jesus.
La estadística general mostraba que, previamente, se habían enfrentado en siete oportunidades. Los merengues ganaron en dos de ellas y coleccionaban dos empates y tres derrotas. En el encuentro de ida, celebrado en el Etihad Stadium, los ‘citizens’ ganaron con un marcador de cuatro a tres. Hasta el momento se habían visto las caras en dos eliminatorias de la Champions League. En la edición 2019/20, el City venció en ambos encuentros de octavos, con idéntico marcador de dos a uno. Sin embargo, antes se encontraron en las semifinales de la edición 2015/16, que los merengues resolvieron con empate a cero en el Etihad y victoria en el Bernabéu, por uno a cero.
El partido:
Con apenas un minuto transcurrido, Vinícius caía cerca del banderín de córner. Al levantarse, ya le pedía mayor ánimo a la grada, como si los gritos y vítores que habían comenzado en las afueras, cinco horas atrás, no fuesen suficientes. El cobro de Kroos no trajo consecuencias. Al minuto 4’, una combinación entre el brasileño y Carvajal, con cambio de banda incluido, finalizó con un cabezazo de Benzema que se fue alto.
En el 7’, ocurrió un rifirrafe donde Laporte agredía a Modrić y ambos recibieron la amarilla. Una decisión arbitral nefasta, pues el City debió quedarse con diez. Vinícius, que salió en defensa del croata, salió indemne de la acción. Muy temprano y ya los ánimos estaban caldeados. Al 11’, una nueva jugada coral iniciada por Kroos que encontró a Carvajal. El de Leganés habilitó a Valverde, cuyo pase al medio fue rematado por Benzema. De nuevo, el balón se iba por encima del arco de Ederson.
El Madrid presionaba la salida del City. Cuando el conjunto inglés ralentizaba el juego, los merengues aguardaban su oportunidad para robar el balón y salir muy rápido aprovechando la velocidad de Valverde y Vinícius. Al 17’, los dos mencionados y Benzema lo intentaron, con remate final del brasileño, pero sin éxito. Tres minutos después, la primera acción de peligro real de los ‘citizens’ fue abortada por un Courtois imperial, despejando un potente disparo de Bernardo Silva. La acción había nacido, tras un error de Militão que Foden logró aprovechar.
Entre el 20’ y el 25’, el City pasó a dominar el juego y el Madrid se defendía muy atrás. Fue en ese 25’, cuando logró sacudirse la presión y Vinícius consiguió una falta cerca del vértice del área. El cobro de Kroos golpeó la barrera y el saque de esquina hacía su aparición después de que el balón se iba muy cerca del arco. Walker cayó en su área, tras un choque con Militão y el árbitro pidió la asistencia médica aunque el jugador no se mostraba de acuerdo. La reanudación de las acciones trajo al Madrid dominando nuevamente el balón.
La figura de Casemiro, ausente en la ida, le brindaba a los merengues esa estabilidad defensiva que no tuvo en Manchester. Al 31’, el propio jugador brasileño caía tomándose la rodilla y los nervios invadían a la grada y al equipo. Camavinga salía a calentar y el mediocentro habló con Ancelotti para que le permitiera seguir y probarse.
Un contragolpe entre Benzema, Modrić y Vinicius termino con la caída del brasileño, tras un empujón de Walker, pero el principal no consideró falta. Corría el minuto 36’, y el Bernabéu mostraba su desaprobación de la sentencia arbitral. Luego, al 39’, Foden lo intentaba desde afuera del área y Courtois reaccionaba para despejar el balón. La salida del Madrid tuvo una nueva escapada de Vinícius, cortada por Walker en el último instante. El saque de esquina no produjo consecuencias, pero si mostró a un Modrić retrocediendo a toda velocidad para superar en carrera a De Bruyne y recuperar el balón. Una ocasión más que propicia para recordar que el croata tiene 36 años y, el belga, seis menos.
El partido del Madrid estaba siendo muy bueno y solo le faltaba el premio del gol. Dos minutos de añadido solo trajeron un par de saques de esquina, favorables al City. Tan pronto se dio el pitido, los jugadores merengues fueron a buscar a Orsato para mostrar su desacuerdo con sus sentencias, en especial, Carvajal. El arbitraje del italiano distaba, en mucho, de lo que merecía semejante encuentro. Laporte debió ser expulsado por su agresión a Modrić, pero la sentencia fue una amarilla para cada uno. Además, el marcaje de Walker sobre Vinícius rayaba en la ilegalidad. Si el Madrid quería revertir la eliminatoria, le tocaba sobreponerse al rival y al arbitraje.
El segundo tiempo comenzó con Casemiro tranquilizando a todos al ingresar al campo de juego. Al pitarse el comienzo de las acciones, el Madrid mostró una jugada ensayada. Carvajal centró al área, Benzema no llegó y el remate de Vinícius, que arribaba muy exigido, no fue bueno. Los merengues arrancaron con ímpetu buscando el gol que equilibrara la eliminatoria. Los ‘citizens’, cuando tomaban el balón, trataban de ralentizar, pero los blancos se lanzaban en presión alta.
Al 50’, Orsato perdonó la amarilla a Bernardo Silva, tras sujetar a Modrić. Un minuto después, el croata no podía aprovechar un pase al medio del área de Vinícius. El entrevero que se originó hizo perder el balón a Ederson y los azules pasaron por segundos de angustia. Al 54’, se escapaba Casemiro, pero el pase a su compatriota le quedó atrás y no lo podía aprovechar. Dos minutos después, sucedía casi lo mismo, solo con el agregado de Benzema en la jugada y el mismo final.
El Madrid merecía el gol, pero este seguía sin aparecer. Walker pedía la atención médica, en el 60’, y al salir por banda, le pedía a su entrenador que quería continuar. Al 64’, Carvajal vio la amarilla, tras derribar a De Bruyne. Cada detención del juego, el City la transformaba en una eternidad y el Bernabéu rugía.
Al 67’, Ancelotti movió la pizarra. Sacó a Kroos, ingresó a Rodrygo y el 1-4-3-3 hacía su aparición. Dos minutos después, un saque en largo de Courtois mostró, de nuevo, a Walker al límite derribando a Vinícius. El árbitro, una vez más, no consideró falta, pero en la reanudación, Zinchenko entró en su lugar. Guardiola sacó a De Bruyne y le dio entrada a Gündoğan. Los cambios trajeron su fruto inmediato y Mahrez batía a Courtois. Inmerecido resultado parcial y el Bernabéu, lejos de amilanarse, animaba a los suyos con más fuerza.
Carletto sacó a Casemiro y a Modrić, dando entrada a Camavinga y Asensio, para enfrentar el último cuarto de hora. Dos minutos más tarde, Grealish ingresó, del lado ‘citizen’, en lugar de Gabriel Jesús. Asensio reclamaba una mano en el área, sin éxito. El Madrid sintió el golpe del gol y le costaba rehacerse.
Militão veía la amarilla, en el 83’, al derribar a Grealish. En la acción posterior ingresó Fernandinho en lugar de Mahrez. Cancelo disparó un misil desde afuera del área, al 85’, que hizo lucir a Courtois. Un minuto después, Grealish se escapó por la derecha y cuando el balón se colaba, Mendy llegaba providencialmente.
Ya no había duda de que el gol inesperado había derrumbado al Madrid y revitalizado a un City, bastante gris hasta ese momento. A partir del 87’, el Madrid se fue a por todas y llegó el premio. Rodrygo, primero en el 89’ y luego en el 91’, empataba la eliminatoria. Uno, con el centro de Benzema. El segundo con el de Carvajal, tras un leve roce de Asensio. La épica aparecía de nuevo en otra noche mágica.
Seis minutos de añadido no cambiaron la pizarra y se llegó a la prórroga. Tan pronto comenzó, ingresó un espectador al terreno de juego para abrazarse a Benzema y el partido se detenía por unos momentos. Al reanudarse las acciones, Vinícius se combinó con Benzema y el tercero estuvo muy cerca, pero Ederson logró retener el remate del francés.
Al 92’, la locura. Camavinga habilitó a Rodrygo, el brasileño le pasó el balón a Benzema, pero Rúben Dias lo derribó. Esta vez Orsato nada pudo hacer, pitó el penal y el francés lo cambió por gol. El Bernabéu, los jugadores en el césped y los de la banca deliraban al unísono. En el 100’, el recién ingresado Sterling, en lugar de Rodri, se llevó la amarilla al derribar a Rodrygo.
En el 103’, Ancelotti sacó a Benzema que salió con la ovación cerrada del Bernabéu. Ceballos entró en su lugar. Una nueva mano en el área favor del Madrid, tampoco era pitada, a pesar de las airadas protestas. En el último instante de la prórroga, Courtois voló para evitar el remate de Fernandinho y ya se anotaba el cartel de héroe.
En la segunda parte de la prórroga, Militão se arrojaba al césped. Vallejo se preparaba para entrar en su lugar, pero el brasileño parecía reclamarle, literalmente, a su aductor y pedía entrar de nuevo. La adrenalina estaba a flor de piel y ninguno quería perderse semejante hazaña.
Rodrygo era derribado, en el 111’, y Zinchenko veía la amarilla. Militão no podía más y finalmente entraba Vallejo. En la misma acción, salió Vinícius, para que Lucas Vázquez hiciera su aparición. Era llamativo como el brasileño le rogaba a Ancelotti que no lo sacaran.
Todo el Madrid atacaba, todo el Madrid defendía. El City lo intentaba, pero el Bernabéu también hacía lo suyo. El banquillo animaba y parecía jugar a la distancia alargando cada acción, deseando que cada pase fructificara. No hubo más movimientos en el marcador. Llámenlo épica, llámenlo ADN, llámenlo Bernabéu, llámenlo como quieran, pero no pierdan su tiempo en entenderlo. Solo hay que creer. Ahora, espera París, pero no para unos octavos contra el PSG. París espera por el Madrid para la gran final.