Partido disputado en la noche del domingo ocho de mayo de 2022, a las 21:00h, en el estadio Wanda Metropolitano, correspondiente a la trigésima quinta Jornada de LaLiga, entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid. El encuentro fue dirigido por el árbitro César Soto Grado, con el apoyo en el VAR del colegiado Juan Martínez Munuera.
Alineaciones:
El Atlético de Madrid, bajo el mando del técnico argentino, Diego Pablo Simeone, contó con las bajas de Lemar y João Félix, por lesión. A ellos, se sumó Mario Hermoso debido a que alcanzó el límite de tarjetas en la jornada anterior. Una situación de la que escapó Reinildo, cuando el Comité de Apelación le retiró la tarjeta que le acarreaba suspensión. A partir de ahí, la convocatoria quedó integrada por 20 jugadores. Por otro lado, presentó a Lodi, Vrsalijko, Herrera y Llorente en condición de apercibidos. A partir de ahí, el once inicial quedó integrado por Oblak, Vrsaljko, Savić, Giménez, Reinildo, Llorente, Koke, Kondogbia, Carrasco, Correa y Cunha.
Con la dirección del entrenador italiano, Carlo Ancelotti, el Madrid presentó una lista de 20 jugadores, donde Hazard, Alaba, Marcelo, Isco, Ceballos y Bale causaron baja por lesión. En condición de alerta, por acumulación de cartulinas, se presentaron Toni Kroos, Luka Modrić y Ferland Mendy. Por su parte, Mariano fue retirado del once titular, tras presentar molestias musculares. Finalmente, Carletto decidió salir de inicio con Lunin, Lucas Vázquez, Militão, Vallejo, Nacho, Casemiro, Kroos , Camavinga, Asensio, Jović y Rodrygo.
La última ocasión en la que se vieron las caras ambos conjuntos, ocurrió en la primera vuelta de esta temporada, a mediados de diciembre. Ahí, el Real Madrid triunfó con un marcador de dos a cero, gracias a los goles de Benzema y Asensio, ambos con sendas asistencias de Vinícius. La estadística muestra que, de 207 partidos disputados, los merengues han salido airosos en 107 de ellos, con 48 empates y 52 derrotas.
El conjunto blanco estrenaba su 35° título de LaLiga, certificado en la jornada anterior. Por su parte, los locales, en el cuarto puesto de la tabla, tenían la imperiosa necesidad del triunfo que los mantuviese en puestos de Champions.
El partido:
Antes del comienzo del encuentro, los rojiblancos confirmaron las informaciones de la previa donde se hacía saber que no harían el ‘pasillo’ en homenaje al reciente campeón. Una decisión que les deja en muy mal lugar. A fin de cuentas, es algo que dignifica a quien lo hace, no al que lo recibe, y que enaltece los valores del deporte. Las excusas presentadas y las filtraciones a los medios, lejos de mejorar las cosas, lo que hicieron fue empeorarlas. ¡Cada quien con sus decisiones y sus consecuencias!
El arranque del partido mostró al Atleti en un rol diferente al acostumbrado. Los rojiblancos pretendían hacerse con la posesión y, al primer minuto, el inédito portero del Madrid, en LaLiga, Andriy Lunin, mostraba sus nervios al salir a despejar un balón. Dos minutos después, Correa cruzaba un disparo que se iba afuera por poco. En la siguiente jugada, Nacho se fue en velocidad y Savić le derribó con una patada a la altura de la rodilla. Soto Grado no consideró que la acción ameritaba la tarjeta.
Una nueva acción de Carrasco, a los ocho minutos, produjo algún sobresalto, pero su remate no fue bueno. El Wanda y el belga reclamaban una acción de Lucas Vázquez al borde del área, en el 11’, pero el principal no vio nada ilegal. Jović veía la amarilla, en el 19’, por falta sobre Correa.
El Madrid se tomaba las cosas con calma, de hecho, en el banquillo eran llamativas las sonrisas de los titulares a los que Carletto les concedió descanso. Cunha derribó a Camavinga, en el 24’, pero el principal se negaba a sacar la tarjeta. Lucas Vázquez cometió falta sobre Carrasco, al 27’, y Soto Grado decidió mostrarla. Pero Llorente pisaba a Kroos un minuto después y la cartulina volvía a desaparecer. Era poco menos que llamativo el criterio arbitral.
En el 30’, Nacho cortaba un disparo de Cunha en el área cuando parecía que Lunin iba a requerir entrar en acción. La jugada de contragolpe, conducida por Asensio, le faltó unos poquísimos centímetros para que el balón le llegara a Rodrygo, que se iba solo al arco defendido por Oblak.
Al 35’, Cunha se escapó pero Vallejo y Militao lo cerraron lícitamente. Tras las protestas, con amarilla incluida para Llorente, y el llamado del VAR, Soto Grado cambió su decisión y pitó penal, con cartulina para el de Zaragoza. Una decisión poco menos que controversial, pues el contacto con el pie se produjo cuando el delantero ya caía producto de la marca legal. Carrasco lo convirtió y los rojiblancos se adelantaban en el marcador. Los minutos siguientes trajeron un ligero bajón en los suplentes merengues, que duró hasta el 44’. En ese instante, Rodrygo habilitó a Toni Kroos, que soltó un misil que llevó la preocupación a los colchoneros.
El brasileño fue derribado al borde del área, en el 47’, pero el principal dejó seguir la acción y Oblak pudo bloquear a tempo el disparo de Jović. No ocurrió nada más y el primer tiempo se cerraba con el protagonismo de Soto Grado, en el campo, y el de Juan Martínez Munuera, desde el VAR. Si bien es cierto, el Atleti dominó ciertos pasajes del juego, el Madrid controlaba las acciones y se movía con tranquilidad. Lunin no pasó grandes apuros hasta que se cobró el penal. De hecho, la estadística mostró 50% de posesión para cada uno y ocho remates del Atleti, por tres merengues. El detalle es que solo un remate por lado fue bajo los tres palos. La duda que quedaba en el ambiente era si Ancelotti sacaría o no a los titulares habituales para la segunda mitad.
El que movió el banquillo para el comienzo del segundo tiempo fue Simeone. Entró Griezmann, en lugar de Correa. El Atleti retrasó sus líneas y volvió a su juego defensivo natural. Vrsaljko cometió falta sobre Rodrygo, al 48’, pero al principal no se dio por enterado. Jović la tuvo, en el 50’, por dos veces seguidas, pero no logró concretar. Griezmann lo intentaba desde lejos, al 57’, pero su remate se iba lejos.
Al 58’, Casemiro condujo un contragolpe que él mismo se encargó de finalizar, pero su remate fue un regalo para Oblak. Ya en el 60’, Carletto decidió mover el banquillo. Sacó a Jović y al brasileño, para que entraran Vinícius y Valverde. El italiano y el mediocentro compartieron risas en la banda, probablemente por su reciente intento de hacer de ‘nueve’. Dos minutos después, Lunin se estrenaba bloqueando un gran remate de Cunha. En la siguiente acción, al fin Savić vio la tarjeta, tras derribar a Rodrygo. Si el principal hubiese hecho su trabajo, el montenegrino ya habría dejado a su equipo con diez.
Vinícius se escapó al 66’, y aunque era derribado, logró conectar con Asensio. Sin embargo, el mallorquín no pudo aprovechar la acción en posición inmejorable. Ancelotti veía la amarilla por protestar la falta no pitada. El tema de Soto Grado con las tarjetas y, en especial con sus destinatarios, ya era un chiste. Valverde ensayó un misil desde afuera del área, al 66’, que se fue desviado por muy poco. Ancelotti aprovechó la detención para colocar a Modrić y Mendy en lugar de Kroos y Militão. El uruguayo volvió a intentarlo, al 69’, pero esta vez Oblak se lució en el despeje.
Nacho vio la amarilla, en el 70’, tras derribar a Koke. Griezmann se giró en el área, al 75’, pero su disparo se fue rozando el arco defendido por Lunin. Un minuto después, Carrasco la estrellaba en el mismo palo al que se había acercado el francés. En la siguiente acción, Vinícius buscó el gol como el que le hizo al Sevilla, pero el balón salió ligeramente desviado.
Valverde lo intentó de nuevo, en el 83’, con el mismo resultado: despeje de Oblak. El cobro del saque de esquina culminó con el disparo de Vinícius, controlado perfectamente por el esloveno. Rodrygo cayó, al 85’, y el cobro lejano correspondió a una jugada preparada con disparo final de Asensio que, de nuevo, rechazó el portero rojiblanco. El córner con remate final de Nacho, solo frente al arco, tampoco prosperó.
Simeone retiró a Cunha y colocó a De Paul para el tiempo añadido, que el arbitraje cifró en cinco minutos. Todo el juego se desarrollaba en el área colchonera. Ante el asedio, el entrenador argentino sacó a Carrasco y le dio entrada a Lodi. No ocurrió nada más y el Atleti consiguió imponerse por la mínima, en un encuentro con un arbitraje lamentable y un Oblak extraordinario.