El Madrid cierra su campaña con derrota en semis de la Copa de la Reina

Llegó el día determinado por el azar para contar con un nuevo Clásico en el fútbol femenino. La sexta vez en que se enfrentaban durante la temporada, el Barcelona y el Real Madrid, no tendría como escenario la casa de alguna de ellas. En esta oportunidad, la cita estaba pautada en el Estadio Municipal de Santo Domingo, en Alcorcón. La fecha escogida, miércoles 25 de mayo, a las 21:00h, en el marco de la segunda semifinal de la Final Four de la Copa de la Reina.

Solamente un par de equipos se le han atragantado a las guerreras merengues, desde la llegada de Alberto Toril. Uno, las rivales de turno. El otro, el equipo que espera en la final, tras su triunfo en la otra llave, el Sporting de Huelva. Así que un escenario más que preparado y apropiado si se querían desterrar fantasmas.

Aunque las azulgranas constituyen un equipo con más experiencia y poderío, producto de la historia acumulada, este Madrid, en apenas su segundo año de existencia, no ha deslucido ante ellas. En InformaFútbol, con motivo del sorteo, publicamos un análisis de lo ocurrido en los cinco encuentros previos. Pero ahora, comenzaba una nueva historia para la que el técnico merengue convocó a 22 jugadoras, incluyendo a las juveniles Paula Partido y Marina Salas. A partir de dicha lista, el once inicial quedó conformado por Misa Rodríguez, en el arco, acompañada de Lucía, Peter, Rocío, Svava, Teresa, Oroz, Zornoza, Olga, Athenea y Esther.

En la otra acera, el entrenador gallego, Jonatan Giráldez, llamó a 22 jugadoras para conformar su lista. A partir de ella, sacó una alineación de arranque con Sandra Paños, Torrejón, Paredes, Mapi, Rolfö, Aitana Bonmati, Engen, Putellas, Oshoala, Martens y Caldentey.

Las primeras de cambio mostraron dos saques de esquina consecutivos, favorables al Barcelona. Con dos minutos de juego llegó el tercero y Caldentey puso a prueba a Misa. En un contragolpe, al 4’, llegó el primer avance merengue y Athenea conseguía el córner, cobrado por Zornoza, sin consecuencias. Tras el arreón inicial de las campeonas del torneo local, el Madrid se asentaba un poco más en el terreno de juego. Sin embargo, la ilusión duró poco pues, de nuevo, las azulgranas dominaban el juego.

Putellas conseguía una falta, cerca del área, en el 7’. Tras una confusión en el cobro, el conjunto blanco no logró armar la contra que lucía prometedora. Una pérdida de Rocío, al 10’, no pudo ser aprovechada por Caldentey, gracias a la recuperación de la central.

Alexia Putellas lo intentaba, al minuto 12’, pero su remate de cabeza se iba rebotando contra el palo. Un minuto después, diferente intérprete, la nigeriana Oshoala, con el mismo resultado: remate de cabeza y al vertical. Finalmente, al 18’, llegó el premió para las culés, con una habilitación de la Balón de Oro, que Martens introdujo en la red.

El monopolio del juego continuó a cargo del Barcelona. Aun así, Athenea casi logra el empate, al 29’, pero su remate se fue por encima del arco defendido por Sandra Paños. Fue la única oportunidad merengue en un primer tiempo donde fueron dominadas por completo. Por si ello fuese poco, Esther levantó las alarmas al pedir atención médica sobre el césped, al filo del cierre de la primera mitad. La árbitra concedió dos minutos de añadido que no alteraron el marcador. Lo mejor, para las merengues, fue sin duda el resultado, pues les permitía seguir con vida.

La segunda parte comenzó con la entrada de Nahikari, en sustitución de Esther. Aitana, con apenas segundos transcurridos, llevaba la zozobra al lado capitalino con un remate que se fue ligeramente desviado. Sin embargo, en el 47’, la misma delantera no volvió a fallar y puso el segundo en el marcador, a pase de Oshoala. Cinco minutos después, llegaba el tercero a la salida de un córner rematado, a placer, sin oposición, por Caldentey.

Muy desdibujado lucía el Madrid y no se vislumbraba capacidad de reacción. Misa le regalaba otro saque de esquina a las azulgranas, en el 56’, del que no podían apoderarse y concedían otro más que exigía la reacción de la canaria. A estas alturas, no se entendía la ausencia de revulsivos en la alineación merengue. En contraposición, fue el Barcelona el que introdujo tres cambios. Al 58’, salieron Alexia, Martens y Caldentey. En su lugar ingresaron Claudia Pina, Leila Ouahabi y Crnogorčević.

Al 64’, una falta cerca del área grande del Barcelona, no pudo ser aprovechada, tras el cobro de Zornoza. Toril, finalmente, preparaba un par de cambios. Poco después, Caroline Møller y Kaci ingresaban, concretamente al 67’, en lugar de Teresa y Olga Carmona. Dos sustituciones que no alteraban el esquema inicial.

Misa le arrebataba el cuarto a Oshoala. En ese momento, el Barcelona acumulaba 15 remates, por apenas uno del Madrid. Pereira entró en lugar de Paredes, al 73’, y un minuto después, el segundo remate merengue, en los botines de Kaci, llegó sin consecuencias. No así, la contra culé, donde la nigeriana finalmente conseguía su gol, en el 75’. La reciente goleadora salía después del terreno de juego, para que entrara Ona. Al mismo tiempo, ingresaron Kenti Robles y la juvenil Paula Partido, para sustituir a Oroz y Svava.

La mexicana logró colgar un excelente centro que Nahikari conectaba de cabeza y se iba afuera por poco. Con esta jugada se iniciaban los diez minutos finales. Al 83’, caía Athenea, cerca del área contraria, pero la árbitra no vio falta en la acción.

Las sustituciones le dieron un poco más de control y movilidad al Madrid, en especial, las de Paula, Kenti y Kaci. Quedará la duda acerca de que habría ocurrido si su ingreso se hubiese producido antes. Tres minutos de agregado no cambiaron el marcador y así se cerró la segunda temporada del Real Madrid en el fútbol femenino. Ahora, a descansar y terminar de confeccionar la plantilla para la tercera campaña, que incluirá una nueva incursión en la Champions.

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