Fede Valverde, centrocampista del Real Madrid, brindó declaraciones al culminar el partido, de la quinta Jornada de LaLiga, contra el Mallorca. Un partido muy complicado donde el uruguayo brindó un antológico gol que significó el empate, al cierre de la primera mitad. Al final, el conjunto merengue se hizo con el encuentro y rubricó un cuatro a uno en el marcador.
Acerca de sus sensaciones, Valverde comentó: “Más contento por la victoria que por el gol. Yo corrí, empecé a ver camisetas rojas y sólo pensé en seguir corriendo, en dejarlas lo más atrás posible. De repente vi una blanca abriéndome el espacio y ahí decidí chutar. A Ceballos le cuento la asistencia… ¡Claro!”
El partido se puso muy cuesta arriba para el Real Madrid y tocó, nuevamente, valerse de una remontada. El uruguayo lo explicó así: “Esa rebeldía que a veces cuesta tener, nosotros la estamos teniendo. El orgullo de ir a por el partido pese a ir perdiendo”.
Por otro lado, llamó la atención la definición de Valverde, con la zurda, en su gol. Así lo explicó el centrocampista: “La temporada pasada lo intenté mucho con la derecha, pero pegaba en los palos, no entraba. Esta sí. Yo sólo trato de aprovechar mis cualidades, como correr con balón”.
En cuanto a la estrategia asumida por el cuerpo técnico, aclaró: “Ancelotti nos pidió que atacáramos el espacio. Sobre todo, que lo hiciéramos cuándo tuviésemos la posesión en campo propio, porque dejaban huecos a la espalda de la defensa”.
Finalmente, acerca del pleno de victorias que los mantiene líderes del campeonato, apuntó: “Bueno, humildad, trabajo y sacrificio. Hay que seguir esforzándose, que esto no acabe”.
El planteamiento muy defensivo del Mallorca y un primer gol en contra hicieron saltar las alarmas en el Bernabéu. Más aún, por tratarse de una anotación que fue producto de un fallo arbitral clamoroso. Valverde no cometió falta sobre Muriqui, pero el principal vio lo contrario y, además, sancionó al uruguayo con amarilla. Si a esto sumamos la dureza en el juego bermellón, pérdidas de tiempo, simulaciones y demás recursos, las cosas no pintaban bien para los locales. Sin embargo, la garra del Halcón apareció para conseguir la igualdad al filo de la culminación de la primera mitad. Fue una definición acorde con el extraordinario desplazamiento que mostró para, literalmente, ‘tragarse’ todo el campo hasta llegar al arco contrario. Ya después llegaron tres goles más, pero el uruguayo mostró el camino de la remontada y sus compañeros no le fallaron.