Finalmente, el Borussia Dortmund, hogar temporal de Jude Bellingham, reconoce lo que era un secreto a voces. Tal y como sucedió con el caso de Haaland, el conjunto alemán está dando los mismos indicios que apuntan a la salida de su estrella.
En el caso del noruego, meses antes de su partida al Manchester City, el CEO del Dortmund, Hans-Joachim Watzke, comenzó a dar luces. Primero fue el tema de la existencia, o no, de la cláusula de rescisión. Luego, entró en escena el plazo dado al jugador para que les transmitiera su decisión.
Ahora, comienzan a darse pasos muy similares. En declaraciones ofrecidas a Bild, Watzke apuntó: “Creo que tan pronto como el Mundial termine tendremos una discusión general sobre lo que realmente quiere (Bellingham). Con él, con sus padres, con los que tenemos una relación muy estrecha. Y, por supuesto, con su asesor […] Debería decirnos si quiere quedarse o si quiere irse. En ambos casos, tendremos una discusión muy agradable y razonable entre nosotros. Pero no tenemos que fingir que el tema no está sobre la mesa. Si los clubes realmente grandes están involucrados, entonces no podemos darnos el lujo de tener una pelea financiera”.
De más está recordar la excelente relación entre el Dortmund y el Real Madrid. Tampoco es novedad el interés de los merengues en el jugador inglés, más aún, ya superado el tema del cupo de extracomunitarios. Esto ha sido tema de infinidad de portadas e informaciones, sobre todo, en los diarios capitalinos. Las cifras han bailado entre 100 y 150 millones de euros, pero si el Madrid finalmente entra en escena, como todo parece indicar, de seguro no habrá subasta. En Chamartín saben muy bien lo que quieren y hasta donde pueden llegar. Sin embargo, lo que sí es cierto es que, con la apertura de la puerta los merengues sonríen. Un centro del campo con Tchouameni, Camavinga, Bellingham y Valverde, tiene todos los pergaminos para erigirse como de los mejores del mundo. Un digno heredero de los campeones de cinco Champions, Kroos, Modrić y Casemiro.