El Real Madrid ha retomado el liderato en los ingresos percibidos, producto de los derechos de televisión de LaLiga. Así ha podido conocerse, tras la publicación de los resultados de la temporada 21-22.
La temporada anterior, 2020-21, el líder en ingresos por dicho concepto había sido el Barcelona, con 165,6 millones, frente a los 163 obtenidos por el Real Madrid. En la temporada recién finalizada, se nota una disminución en los mismos, pero los merengues retoman la punta de la tabla con 160,85 millones. Por su parte, los culés bajan al segundo puesto con 160,13 millones.
El tercero en la tabla viene siendo el Atlético de Madrid con 130,31 millones. El Top-5 lo completan Sevilla y Valencia. Las subidas más llamativas correspondieron al Rayo Vallecano, que pasó de 7,4 millones a 45,86. El Mallorca alcanzó la misma cifra, tras los 19,4 millones del curso anterior. Por su parte, Espanyol y Real Betis también experimentaron un crecimiento, aunque no tan marcado como los dos mencionados. Los pericos pasaron de 40,9 millones a 54,54. Los verdiblancos alcanzaron los 65,48 millones frente a los 59,5 que percibieron un año antes.
El sistema para el reparto tiene varias aristas. El 50% se divide a partes iguales entre los 20 equipos de LaLiga. La otra mitad se fracciona en dos partes. En la primera privan los resultados deportivos de las últimas cinco temporadas, aunque los pesos son diferentes. La última contribuye con el 35%, la penúltima con 20% y las tres restantes, a razón de 15% cada una. En la segunda se consideran los abonos, taquillas y las audiencias logradas por cada club.
Tras la aplicación de todos estos conceptos, el Real Madrid pudo retomar el liderato del reparto televisivo. Al éxito económico hay que sumarle los logros a nivel de trofeos y de valoración de plantilla. En este último, hace apenas unas horas se conoció que el club lidera el Top-10 mundial en cuanto al valor de mercado de sus jugadores. Solo la UEFA ha dado la espalda al resto del mundo y rebaja la ubicación del club colocándole como el sexto de Europa. Algo que, mientras más resultados se van conociendo, más deja en evidencia el ridículo del máximo organismo continental.