Nuevamente, Vinicius Júnior ha sido víctima de episodios de racismo. En esta ocasión, el escenario fue el José Zorrilla, tras su salida del encuentro disputado entre el Real Valladolid y el Real Madrid. Tal y como era de esperarse y en su pleno derecho, el jugador brasileño se quejó amargamente por los sucesos. Pero, tanto o más lamentable que el propio hecho en sí, fue la respuesta de LaLiga.
Vinicius señaló en sus redes sociales: “Los racistas siguen yendo a los estadios y viendo al mejor club del mundo de cerca y LaLiga sigue sin hacer nada… Seguiré con la cabeza alta y celebrando mis victorias y las del Real Madrid. Al final, la culpa es mía”.
Tras esta publicación, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, asumió la actitud que, lamentablemente, ha sido su bandera. En lugar de defender a los clubes o jugadores, toma partido y arremete. Algo que se ha transformado en reiterado, cuando se trata del Real Madrid. Su respuesta fue más que llamativa: “En LaLiga llevamos años luchando contra el RACISMO. Vinicius es muy desafortunado, injusto y no es cierto publicar que ‘LaLiga no hace nada contra el racismo’, infórmate mejor. Estamos a tu disposición para que todos juntos, vayamos en la misma dirección”.
Sin duda alguna, Tebas pudo ahorrarse unas cuantas palabras en su respuesta, más aún, cuando no es la primera vez que Vinicius es víctima de insultos racistas. Ir contra la víctima es, cuanto menos, desafortunado y carente del más mínimo sentido de humanidad y empatía.
Lo más probable es que estos reclamos vuelvan a caer en saco roto. Los hechos acontecidos en el derbi y antes de disputarse ya son conocidos por todos. También lo es la decisión que se tomó pues, según la Fiscalía de Madrid, los insultos se dieron en “un contexto de máxima rivalidad y solo duraron unos segundos”. Seguramente, esos segundos fueron más de los que tarda un asesino en disparar un arma. Sin embargo, ahí no se evalúa el tiempo sino el efecto. Algo que, según se ve, no aplica para estos señores en el caso del racismo. Por algo estamos como estamos.