Dentro de los altibajos sufridos por el Real Madrid, tras el Mundial de Catar, hay un nombre que, para el madridismo, destacó sobre los demás. Se trata de Eduardo Camavinga, que ha sido seleccionado como el Mejor Jugador de la primera plantilla, en el recién finalizado mes de enero.
En un panorama complicado para el equipo, Camavinga no se dio por enterado de la situación y destacó en todos los encuentros. Lo más llamativo es que lo hizo como pivote, interior y, en los últimos partidos, como lateral izquierdo. Es cierto, que esta última posición no le era desconocida, pues Deschamps ya le había colocado en esa demarcación en la selección francesa. Sin embargo, su desempeño ha sido aún mejor desde que sustituyó a Ferland Mendy durante el enfrentamiento de Copa del Rey, contra el Atleti. A partir de ahí, el francoangoleño se constituyó en el compañero ideal de Vinicius Júnior por la banda izquierda del Real Madrid.
Camavinga sumó, en un mes de enero demoledor, ocho partidos. Tres de ellos en LaLiga, otros tres en Copa del Rey y dos en la Supercopa de España. En total, cinco triunfos, dos derrotas y un empate, durante 591 minutos. Pero, sobre todas las cosas, lo que permanece en la retina del aficionado, es que sin importar la posición que ocupe, cumple en todas ellas.
En las votaciones llevadas a cabo, Camavinga superó por amplio margen a los otros cuatro compañeros postulados. Éder Militão, Karim Benzema, Rodrygo Goes y Vinícius Júnior, nada pudieron hacer y el premio fue a parar a manos del internacional francés. De esta manera, se convirtió en sucesor del propio Vinicius, ganador de agosto, y de Fede Valverde, que obtuvo el galardón en septiembre y octubre.
Su técnico en el Real Madrid, Carlo Ancelotti, señaló que la nueva posición como lateral izquierdo no es de su agrado. De hecho, señaló: “Ha jugado muy poco en esta posición, pero crea mucho peligro en campo contrario. También tiene trabajo defensivo. A él no le gusta, pero a nosotros, sí”. Sin embargo, los hechos demuestran que, no por ello, Camavinga va a dejar de rendir. De hecho, tal ha sido la impresión que dejó, que el italiano no descartó usar, en el futuro, el doble pivote con él y Tchouameni. Como quiera que sea, será el tiempo, la confección de la plantilla y las lesiones, las que determinarán el futuro de esta joya. A fin de cuentas, con apenas 20 años de edad, su futuro está muy lejos de estar escrito sobre piedra.