El tema de las faltas cometidas en contra de Vinicius Jr, partido tras partido, sigue tomando vuelo en LaLiga. Tras el encuentro donde el Real Madrid derrotó al Espanyol, el delantero brasileño expuso su punto de vista. Uno donde dio rienda suelta a su malestar con la situación.
Ante el micrófono de ESPN, Vinicius señaló: “Los jugadores que juegan contra mí pueden cometer 15 faltas. Al final, cuando tienen 88 minutos de juego, les dan una tarjeta. Eso lo pone muy fácil”. Eso sí, pobre del brasileño si protesta sobre el césped porque, tal y como ocurrió en el partido, él sí verá la cartulina.
De hecho, Vinicius Júnior vio hoy su decimosegunda tarjeta. Algo contradictorio si se toma en cuenta que es el jugador que más faltas recibe en las cinco grandes ligas. Su técnico, Carlo Ancelotti, también habló de ello: “Creo que muchas de las amarillas de Vini fueron por protestas. A mí me pareció ejemplar hoy, no protestó, no dijo nada. Ha jugado muy bien, debe seguir así. Es claro que le han echado muchas amarillas para las patadas que recibe”.
Las palabras de Vinicius Júnior no se detuvieron ahí: “Los jugadores me tienen que estudiar para encontrar la manera de pararme y así es muy fácil. Yo no juzgo a los jugadores que lo hacen bien, sino a los árbitros, que tienen que hacerlo bien”. En cuanto a la protección que algunos exigen para él, apuntó: “No le pido a nadie que me proteja, nunca nadie me ha protegido hasta hoy, excepto mis compañeros, mis padres y la gente que le gusta estar conmigo”.
Para finalizar, Vini también hizo un ejercicio de autocrítica: “Tengo que mantener la cabeza tranquila. Obviamente, a veces cometo errores, tengo 22 años. Todavía voy a cometer muchos y quiero cometer la menor cantidad posible para seguir aprendiendo. En un año, estaré mucho mejor, evolucionando y luego teniendo toda la carrera para jugar tranquilo”.
Nada que objetar a todo lo expuesto por Vinicius Júnior. Semana tras semana todos asistimos al mismo triste espectáculo en LaLiga. Patadas van, patadas vienen y los rivales disfrutando de la permisividad arbitral. Mientras tanto, sí es cierto que hay que elevar la voz, pero no está mal acompañarla de oración para que no sea víctima de una lesión por causa de un descerebrado. El Real Madrid le necesita más que nunca, pero también el fútbol pues, el brasileño es uno de esos por los que merece la pena pagar una entrada.