|ANÁLISIS| Valencia CF: tras la sombra de un Valencia histórico

La temporada en Valencia comenzaba con la ilusión y las ganas de ver al campeón de Copa hacer historia una campaña más. Sin embargo, los conflictos institucionales y la intensa acumulación de partidos vivida por los chés ha provocado que lo que podría haber sido otra temporada para hacer historia se esté convirtiendo en una agónica lucha por entrar en los puestos europeos.

Por si fuera poco, justo antes de que el fútbol parara a nivel internacional, el conjunto naranja ponía a fin a su sueño en Champions. Todo ello bajo el mandato técnico de un Albert Celades que, lejos de provocar una revolución en la plantilla, trató de seguir la línea marcada por Marcelino para garantizar el crecimiento del club.

El estilo de juego

Celades llegó a Valencia con la temporada ya iniciada y con un reto muy ambicioso: llegar con su plantilla lejos en Champions y en Copa del Rey, y clasificarse para competiciones europeas. Para lograr esos objetivos intentó mantener la línea de juego que Marcelino había marcado los años anteriores, estilo con el que los valencianistas lograron hacer historia.

Este estilo se caracterizaba por el protagonismo de una defensa tremendamente sólida y un juego ofensivo muy directo. Todo ello basado en la presencia de jugadores con un potente físico en defensa, y futbolistas veloces y con buen trato de balón en ataque. Además de esto, contaban con Parejo en la medular, mediocampista capaz de poner calma cuando el equipo lo necesitaba.

Esta forma de ver el juego fue la que trató de mantener Celades, aunque cambiando ligeramente el esquema. Si con Marcelino estaba más que aceptada la táctica del 1-4-4-2, el nuevo entrenador del Valencia optó por alternar ese mismo esquema con un 1-4-3-3. Esa decisión le ha traído consigo consecuencias tanto positivas como negativas.

Claves defensivas

Probablemente si hay algo en lo que el Valencia ha desmejorado su nivel con respecto al año pasado es la defensa. Han sido varias las circunstancias por las que se ha producido este hecho.

Por un lado, el cambio al 1-4-3-3 tiene como una de las principales desventajas la colocación en defensa de los jugadores. El conjunto de Marcelino se caracterizaba porque juntaba la línea del medio del campo con la línea defensiva. Con ello, provocaba la ausencia huecos por donde los delanteros rivales pudieran penetrar. Sin embargo, el cambio de esquema provoca la presencia de un hombre más en el ataque, lo que se traduce en un hombre menos para defender en el centro del campo. Precisamente, es esta la razón por la que esa táctica de tres delanteros y tres hombres en la medular ha ido perdiendo fuerza conforme ha avanzado la temporada.

Por otro lado, los defensores del club naranja están viviendo un año muy desafortunado con las lesiones. Tanto es así, que hace unas semanas Celades se quedaba con un solo central de la primera plantilla, viéndose obligado a colocar a Coquelin como defensa. Por si fuera poco, cuando han estados lesionados Garay y Paulista (los centrales titulares), los jugadores que les han sustituido no han estado a la altura. Prueba de ello fue Diakhaby ante el Atalanta, que regaló la mitad de los goles italianos.

Claves ofensivas

En lo que se refiere al ataque, Celades ha seguido apostando por el fútbol directo que tan buenos resultados ha dado a la plantilla. La presencia de delanteros rápidos y con mucho gol, así como de extremos de gran velocidad invitan a llevar a cabo este tipo de juego. Además, los balones parado siguen siendo una “mina de oro” para los de Celades, siendo uno de los equipos de LaLiga que más aprovecha esta circunstancia.

Si bien todo es cierto, también lo es que no está siendo el año más afortunado de cara a portería para los valencianistas. Una vez más, las lesiones han tenido parte de culpa, pues jugadores como Guedes o Rodrigo Moreno han estado alejados del terreno de juego durante gran parte de la campaña. Este último ha pasado de ser el gran goleador de la escuadra, a haber anotado tan solo dos veces esta temporada.

Pese a ello, también ha habido buenas noticias, como la irrupción de Maxi Gómez en la plantilla. El uruguayo lleva nueve goles y dos asistencias en lo que va de año, y está siendo una de los principales argumentos ofensivos de los chés. Pese a estar lejos de su mejor rendimiento, el delantero supone es un peligro constante para las defensas rivales. Tanto es así que ha pasado a ser, junto con Ferrán Torres, el futbolista ofensivo más destacado de la plantilla esta temporada.

Previsiones antes de la temporada

La hinchada ché comenzaba la pretemporada con la esperanza de seguir viendo al conjunto de Marcelino crecer. De hecho, los objetivos de la escuadra eran clasificarse para los puestos de Champions League, en esta misma competición llegar lo más lejos posible, y en Copa del Rey defender el título como los vigentes campeones.

Para ello, fueron varias las llegadas que se dieron en el mercado estival. Por un lado, con el objetivo de apuntalar la delantera llegaron Denis Cherysev, Maxi Gómez, y Manu Vallejo. Estos dos últimos generaron una gran ilusión en la afición valencianista, pues eran uno de los mejores delanteros de la pasada temporada, y una joven promesa del fútbol español.

Por otro lado, el club naranja protagonizó uno de los movimientos del mercado junto al FC Barcelona, después de realizar un intercambio de guardametas. En este caso, Neto, una de las figuras del Valencia de la campaña 2018/2019, fue sustituido por Jasper Cillesen. Pese al gran nivel de este último, el trueque no dejó satisfechos a todos los seguidores chés.

Con esto y la permanencia de jugadores como Rodrigo, Parejo o Guedes, pacería que el equipo no tenía techo, y que en la nueva temporada volverían a hacer historia.

Objetivos

Todas las expectativas cayeron cuando en el mes de septiembre un conflicto en la directiva de la entidad valenciana provocaba la salida de Marcelino y Mateu Alemany. Tras este suceso, Celades llegó al club con la compleja tarea de hacer despegar a un equipo que se mostraba en desacuerdo con el cambio de entrenador.

Aun así, en las primeras jornadas con el catalán en el banquillo las sensaciones y los resultados fueron positivos. Sin embargo, con la llegada de la intensa cuesta de enero y febrero la situación comenzó a torcerse. La acumulación de partidos provocó que los de Celades pincharan en varias ocasiones en la competición doméstica, alejándose del objetivo. Además, fueron eliminados de la Copa del Rey en cuartos de final, así como de la Champions en octavos.

Previsión hasta el final de temporada

Pese a la mala racha que acumulan los chés, tan solo se encuentran a cuatro puntos de los puestos de Champions. Si bien es cierto que la lucha por los puestos más elevados de la clasificación está siendo muy dura, también lo es que este parón en todas las competiciones puede estar viniendo bien en Valencia para “resetear” y recuperar a los futbolistas lesionados. Además, el haber sido eliminados de Champions provocará que la carga de encuentros sea menor, pudiéndose centrar en LaLiga.

Por tanto, el Valencia, por la inmensa calidad de su plantilla, no es un equipo al que se pueda dar por vencido en la pelea por los puestos europeos. Además, si hay un equipo capaz de revertir una situación adversa, sin duda alguna, ese es el Valencia, tal y como lleva demostrados en los últimos años.

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