El primer ministro japonés Shinzo Abe y el presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach han llegado a un acuerdo para posponer los juegos olímpicos de Tokio.
Durante los últimos días han sufrido muchas presiones por parte de organizaciones e incluso de deportistas para que los JJ.OO. se pospusieran por esta grave crisis sanitaria, provocada por la expansión del Covid-19 y que está afectando a prácticamente todo el mundo.
Las organizaciones encargadas de la celebración de los JJ.OO. seguían en sus trece de celebrar los juegos este verano a pesar de las numerosas advertencias recibidas por las graves consecuencias en forma de contagio que iba a tener la celebración de dicho evento, el cual debía celebrarse este verano, entre el 24 de julio y el 9 de agosto.
Antes de tomar la decisión, Australia y Canadá ya habían decidido no enviar a sus atletas a competir en este evento si finalmente era celebrado. A su vez, Estados Unidos era partidario de aplazar un año los juegos. Debido a las decisiones de estos países, entre otras cosas, se ha llegado a un acuerdo para aplazar este evento.
La Selección Española de fútbol se ve afectada por este aplazamiento, ya que iba a participar en este evento, y su capitán, Sergio Ramos, ha manifestado en repetidas ocasiones su especial ilusión de participar en unos juegos olímpicos.
Este aplazamiento es una situación prácticamente insólita. Sólo se han aplazado los de 1916, 1940 y 1944 debido a las guerras mundiales existentes en el continente durante esos momentos en los que debía celebrarse el evento.
El país de celebración de estos juegos, Japón, ha invertido 35.000 millones de euros para la celebración del evento, y el coste de una cancelación podría suponer para el país, según los expertos, 67.000 millones de euros