La centenaria historia de la Real Sociedad comenzó en el estadio de Ondarreta, llamado así por la playa que se encuentra junto a él. El estadio fue inaugurado en 1906, aunque la Real solo lo utilizó hasta 1913 y en 1920 fue demolido. Se encontraba en el barrio de El Antiguo y tenía instalaciones para otros deportes como tenis, hípica y fútbol.
En 1913, la Real Sociedad llegó al Estadio de Atocha, que sería su casa durante los siguientes 80 años. Se encontraba en el barrio de Eguía, y quienes lo conocieron cuentan que tenía un evidente estilo inglés.
El partido inaugural fue un derbi Real Sociedad-Athletic Club que finalizó con empate a tres. En este emplazamiento vivieron los txuri-urdines sus mejores momentos de gloria, conquistando dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España, además de dos Ligas de Segunda División.
Durante las temporadas 1980-81 y 1981-82, en las que los vascos se alzaron con ambos títulos de liga, consiguieron una increíble racha, de los 34 encuentros que disputaron en El Estadio de Atocha tan solo perdieron en una ocasión.
El 13 de agosto de 1993 se inauguró el Estadio de Anoeta, ubicado en el barrio de Amara en San Sebastián. Fue construido originalmente como estadio multiusos e incluía pistas de atletismo. Su capacidad original, en torno a 29.000 espectadores, fue ampliada en 1998 a 32.076 con la construcción de una entreplanta en los fondos sur y norte.
En los últimos años se ha llevado a cabo una importante remodelación que ha aumentado su capacidad hasta los 39.000 espectadores, además de conseguir eliminar las pistas de atletismo que rodeaban el terreno de juego.
La Real Sociedad anunció un cambio de nombre temporal para su estadio, gracias a un importante contrato de patrocinio. Hasta el año 2025 se conocerá como Reale Arena, aunque pare eventos que no estén vinculados de forma directa con la Real Sociedad, como un concierto, conservará el nombre de Estadio de Anoeta.
Aunque todavía no sabemos cuándo se podrá disputar la final de la Copa del Rey de la presente temporada, la Real tiene una oportunidad histórica, y es que habría podido celebrar un título en cada uno de sus tres estadios. Un hito al alcance de muy pocos.