El tiempo pasa volando cuando echas la vista atrás y te da por recordar los momentos pasados. En ausencia de fútbol por motivos más que justificados, no son pocos los que aprovechan para rememorar viejos partidos históricos para, a fin de cuentas, seguir disfrutando de lo que más no gusta, el fútbol.
Cristiano Ronaldo se fue, dejando atrás un fuerte legado difícil de superar. Presente en citas clave, era su nombre el que siempre solía acaparar las portadas del día después, en gestas para la historia, como la que acontecía precisamente un 18 de abril de 2017.
Para recordar aquella cita debemos antes situarnos. Era la vuelta de los cuartos de final de la Champions League el partido que acontecía, una noche mágica más, en el Santiago Bernabéu. Bajo el cielo estrellado de Madrid, acogían los blancos a su rival europeo por excelencia, el Bayern de Múnich. Un contexto complicado, donde eran los alemanes, declarados por los grandes críticos, como el gran favorito para pasar de ronda.
Como ha hecho, hace y afortunadamente para su equipo, seguirá haciendo por algunos años más, Cristiano Ronaldo interviene para romper los esquemas. Llamado a ser la batuta que gire los resultados, es capaz de decantar una eliminatoria sumamente complicada a favor de los suyos. Fue él quien pudo romper el muro alemán de Manuel Neuer, en una de las mayores actuaciones individuales que se hayan visto en un portero.
Con una eliminatoria a favor de los de Chamartín tras lograr un 1-2 en la ida, el equipo regresó a la capital para recibir en casa a la artillería alemana. Como era presupuesto, los bavaros darían una respuesta significativa por lo acontecido en Múnich. Con una imagen totalmente diferente a la vista en la ida, los de Ancelotti consiguieron, a través de un penalti, convertir el primer tanto de la noche, que ponía en dudas la eliminatoria.
El primer gol del astro portugués llegó en el minuto 76, con un remate de cabeza que igualaba las tablas del marcador. No obstante, la alegría duró poco cuando a la siguiente jugada, es el capitán Sergio Ramos quien accidentalmente marcó en su propia meta, enmudeciendo a todo un estadio.
Pasaron duros minutos de indecisiones para llegar al tiempo extra que cerraba el margen de 90 minutos del encuentro. Cuando la prórroga era ya una realidad, apareció el ‘siete’ para anotar un tanto, que sería foco de la polémica por su evidente posición en fuera de juego. El tercer gol no tardaría en llegar tras una espectacular jugada en solitario de Marcelo. El brasileño, con un simple toque se deshizo en el camino de dos defensores bavaros, dando un pase de la muerte al portugués, que sin dudarlo la metió entre los tres palos.
Partido, que tras el abultado resultado de 4-2, maneja un registro de opiniones muy variadas. Las indiscutibles jugadas que debieran ser invalidadas dejó tras de sí un rastro de polémicas alimentadas por quienes desearon un desenlace final muy diferente. Y así fue, como Cristiano Ronaldo, brindaba una noche mágica más a una afición que jamás le podrá olvidar.
