Los días de confinamiento en España parecen estar llegando a su fin. Tanto es así que todos los clubes de LaLiga han comenzado sus entrenamientos esta misma semana, con el objetivo de estar a punto para principios de junio. Este parón ha supuesto un inconveniente para muchos futbolistas, que han visto como su forma física se veía mermada por la estancia en casa. Sin embargo, para otros muchos ha supuesto una oportunidad. Es el caso de Asier Illarramendi.
El futbolista de la Real Sociedad se lesionaba en el derbi vasco disputado en San Mamés en la primera vuelta. Sufrió una fractura de peroné, y tuvo que ser operado en el mes de septiembre, lo que garantizaba su baja durante seis meses. Después de perderse más de la mitad de la temporada, parece que el mediocampista vasco ha aprovechado la cuarentena para ultimar su recuperación. De hecho, “Illarra” ha entrenado en Zubieta en los últimos días junto al resto de compañeros.
Si bien es cierto que parece recuperado, aún no cuenta con el alta oficial, la cual es probable que reciba en las próximas semanas. Además, tendrá que lograr llegar al ritmo físico del resto del equipo, lo cual no le será sencillo teniendo en cuenta el alto nivel ofrecido por los futbolistas txuri-urdines.
En lo que respecta a su ausencia, Alguacil ha sabido subsanarla formando una medular llena de talento y juventud. Alternando a Igor Zubeldia y a Mikel Merino en la posición de pivote, el técnico parece haber encontrado una solución más que efectiva a la ausencia del capitán del conjunto blanquiazul. Pese a ello, la presencia en el centro del campo de un futbolista con la veteranía de Illarramendi siempre es bienvenida, especialmente en una plantilla tan joven como la de la Real Sociedad.
De esta forma, la pesadilla vivida en los últimos meses por el futbolista parece encontrarse en la recta final. Su puesta a tono será la que decida si merece esa posición titular en el pivote que tan bien han sabido defender Merino y Zubeldia. Salga o no de inicio, la afición de la Real Sociedad desea con ahínco la vuelta de su capitán a los terrenos de juego.