El Everton ganó por 0-2 ayer al Liverpool en Anfield. Una victoria, que supone el fin de una de las rachas más largas de la historia del fútbol inglés, 22 años sin ganar el Derby de Merseyside en territorio red.
El Liverpool no ha comenzado este año 2021 como le gustaría. El equipo de Klopp encadena cuatro derrotas seguidas en casa, algo que no ocurría desde 1923. Pero esto no es lo único negativo, el vigente campeón se sitúa ahora mismo sexto a 16 puntos del City, y por lo tanto, fuera de puestos europeos. Además, a toda esta depresión se suma el golpe psicológico de haber caído de forma humillante frente a los citizens, los foxes, pero, sobre todo, frente al Everton en Anfield. ¿Acaso puede ser peor la debacle del Liverpool?

El hecho de que la mala situación del Liverpool sea la noticia que copa portadas, no quita mérito a este Everton de Carlo Ancelotti. Los Tofees mejoran jornada a jornada, mes a mes, y, sin duda, este partido constituirá un aumento sustancial de la moral de la parte azul de Liverpool. 22 años después, y después de más de 20 derbis sin ganar, el Everton ganó al fin al Liverpool rompiendo su terrible racha.
Echando cuentas, había aficionados del Everton que se habían sacado la carrera sin haber visto ganar a su equipo en Anfield, y niños de 11 años que nunca vieron a su Everton llevarse tres puntos frente a su eterno rival, hasta hoy. Sin embargo, los goles de Richarlison (a pase de James) y Sigurdsson, de penalti, hicieron que el Everton se llevará el 0-2 en Anfield, rompiendo así su terrible racha y hundiendo aun más en la ruina a su archienemigo, ese que tantas veces se burlaba de él al ganar Champions, ligas y ganarle en copa con el equipo sub-23. Este fin de semana nos deja la cara y la cruz en Liverpool, con un orden poco común a lo que estamos habituados.

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