Juan Guillermo Cuadrado, polivalente jugador colombiano de la banda derecha que juega actualmente en la Serie A con la Juventus de Turín, nació un 26 de mayo de 1988, en Necoclí, municipio del departamento de Antioquia, que es bañado por las aguas del Mar Caribe. Una zona que en la década de los 80, y durante los 90, fue sumamente peligrosa, siendo escenario de masacres muy violentas producto de la guerra entre el narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares.
Su padre, Guillermo Cuadrado, y su madre, Marcela Bello, crearon un juego para protegerle cuando se asomaban los disparos que eran el pan nuestro de cada día en la zona, y le enseñaron que cada vez que escuchara las detonaciones debía correr a ocultarse debajo de la cama. Tal vez esa estrategia le salvo la vida al pequeño Juan, pero su progenitor no corrió igual suerte. En el año 1992, cuando Juan Guillermo contaba con apenas tres años, sufrió la irreparable pérdida de su padre. El humilde repartidor de refrescos quedó atrapado en un fuego cruzado en las puertas del hogar familiar, y murió asesinado.
Fue entonces cuando su madre, Marcela, tuvo que pedir ayuda a los abuelos del niño para que se encargaran de su cuidado, mientras ella se iba a trabajar en las bananeras ubicadas en Apartadó para poderlo sacar adelante. En algún momento, ellos comentaron que Juan Guillermo era un niño muy inquieto, y aunque lo mandaban al colegio, él no entraba a clase por jugar al fútbol. Cuando practicaba lo hacía con chanclas, o descalzo, o con lo que tuviera a disposición, pues dañaba mucho los zapatos del colegio por estar dándole patadas a cuanta cosa se pudiera parecer a un balón.
Al llegar a los 12 años de edad, su mamá lo inscribió en el Manchester Fútbol Club de Apartadó, y gracias a su talento, alcanzó a ingresar en las categorías inferiores del Deportivo Cali. Sin embargo, su debut como profesional no fue allí, sino en el Independiente Medellín en el año 2008, no sin antes haber sido rechazado en varios lugares debido a su baja estatura y a su delgadez. En todo ese camino, siempre tuvo al lado a su mentor, el entrenador Nelson Gallego, quien lo llevó de la mano hasta que logró que en el “Equipo del Pueblo”, le diesen la oportunidad que con tanto esfuerzo habían perseguido.
Apenas al año siguiente, a los 21 años, Juan Guillermo dio el salto al fútbol europeo, concretamente al Udinese, jugando después en el Lecce y más tarde en la Fiorentina, primero en calidad de préstamo y luego siendo traspasado al conjunto de Florencia.
En el mes de febrero del 2015, el Chelsea FC de la Premier League compró su pase, y al final de la temporada lo cedió en calidad de préstamo a la Juventus, después de haber jugado apenas 15 partidos. Afortunadamente, en el conjunto de Turín empezó a mostrar ese fútbol que ya había mostrado en la Fiorentina y, después de una serie de préstamos, finalmente el club compró su pase definitivo y le mantiene en sus filas hasta los momentos, habiendo acumulado 213 partidos con la entidad blanquinegra, con 17 goles y 51 asistencias en 14.629 minutos de juego.
Durante su carrera en Europa, el jugador colombiano ha jugado durante 27.345 minutos, bien sea como lateral, volante o extremo por la banda derecha con 46 goles y 71 asistencias, a lo largo de 391 encuentros. Asimismo, ha logrado coleccionar una Premier y una Copa de La Liga en Inglaterra con el Chelsea, además de cinco ligas, tres Copa Italia y dos Supercopa de Italia, con la Juventus.
Con la selección de su país, Colombia, Cuadrado ha participado en cuatro oportunidades en la Copa América y en dos Mundiales. Sus logros alcanzan los 54 partidos disputados con tres goles y diez asistencias.
Hoy en día, Juan Guillermo ha podido formar su propia familia junto a su esposa, con quien se casó en 2016, sus dos hijos, y sin olvidar a su hermana y su madre, que también están con él en Italia. Fue Marcela, su mamá, quien en un buen momento declaró: “Estamos recuperando todo el tiempo que perdimos cuando él era niño. Tratamos de estar lo más que podemos juntos. Aprovechando todo el tiempo que no pudimos compartir. Yo tenía que ser fuerte y darle las posibilidades para alcanzar su objetivo, y ahora ver su sueño hecho realidad me hace la mamá más feliz del mundo”.
Juan Guillermo Cuadrado no se olvida de sus orígenes, y bajo el amparo de sus creencias religiosas, en su momento creó una Fundación con sede en su país, concretamente en la ciudad de Medellín, donde se atienden niños entre cinco y dieciocho años que son apasionados del fútbol, integrando en un solo lugar “los programas de teatro, liderazgo y fútbol, con un objetivo: transformar el corazón de los niños y su grupo familiar de la mano de Dios”.
Afortunadamente, la desgracia que un día se hizo presente en su casa, no consiguió llevar a Juan Guillermo por el mismo camino que perjudicó a muchos otros, y con el apoyo y el sacrificio diario de su madre y abuelos, consiguió alcanzar el éxito que está destinado para aquellos que no se rinden en el camino, por más rocoso que este pueda ser, y que hoy puede compartir con su gente y con los niños que son beneficiados a través de su Fundación.