Javi Calleja tiene motivos reales para estar preocupado. Cuando llegó a finales de la temporada 2019-20, se encontró con un Deportivo Alavés hundido y con varios problemas internos. Pese a las circunstancias, pudo remontar la situación. En aquellos nueve últimos partidos, pudo lograr cuatro victorias, tres empates y dos derrotas que le permitieron pasar de la decimonovena posición a la decimosexta.
Sin embargo, por el momento no es capaz de dar con la tecla para reconducir a los vitorianos a la senda de la victoria. El equipo ha disputado cuatro partidos, con el del Villareal aplazado, y no ha sido capaz de sumar ningún punto. En cuanto a los goles marcados y encajados, tampoco se obtiene un balance positivo. Tan solo tiene un gol a favor, el de Joselu ante el Real Madrid, mientras que ha recibido diez goles, siendo el segundo plantel más goleado, junto al Celta de Vigo, aunque los gallegos han jugado cinco encuentros.
Con una media de 0.25 goles a favor y 2.5 en contra, los albiazules se han situado como colistas de LaLiga. No es una situación insalvable al comienzo del curso. El Granada marca el límite de los puestos de descenso, con dos puntos, y aún no ha jugado ante el Barça en la actual jornada.
Hace pocos años se vivió una situación similar en tierras vascas. En la temporada 2017-18, bajo el mando de Luis Zubeldia, se perdieron los cuatro primeros enfrentamientos, lo que propició su despido. En la séptima jornada se pudo conocer la victoria contra el Levante.
El técnico madrileño tiene muy poco margen para poder sacar un resultado positivo. Su siguiente duelo será ante el recién ascendido Espanyol en el RCDE Stadium. Los catalanes están en la decimosexta plaza con tres puntos logrados.