Partido disputado en la noche del sábado cinco de marzo de 2022, a las 21:00h, en el estadio Santiago Bernabéu, correspondiente a la vigesimoséptima Jornada de LaLiga, entre el Real Madrid y la Real Sociedad. El encuentro fue dirigido por el árbitro Jesús Gil Manzano, con el apoyo en el VAR del colegiado Xavier Estrada Fernández.
Alineaciones:
Con la dirección del entrenador italiano, Carlo Ancelotti, el Madrid presentó una lista de 24 convocados. Toni Kroos causó baja por molestias musculares y Fede Valverde también, producto de una gripe. David Alaba regresó a la lista, tras recuperarse a tiempo para la importante cita. Los defensas Éder Militão y Ferland Mendy, además del mediocentro Casemiro, se presentaron apercibidos de sanción, debido a la previa acumulación de cuatro tarjetas amarillas. Finalmente, el técnico decidió salir de inicio con Courtois, Carvajal, Militão, Alaba, Mendy, Modrić, Casemiro, Camavinga, Rodrygo, Benzema y Vinícius.
La Real Sociedad, bajo el mando del técnico vasco, Imanol Alguacil, y con las bajas de Muñoz, Diego Rico, Monreal, Barrenetxea, Januzaj y Carlos Fernández por lesión, viajó con una convocatoria de 23 jugadores. El único jugador en condición de apercibido era Januzaj, pero su estado físico le impidió estar presente. A partir de ahí, el once inicial quedó integrado por Remiro, Zaldúa, Le Normand, Pacheco, Gorosabel, Zubeldia, Illarramendi, Merino, Silva, Oyarzabal e Isak. Cinco cambios en comparación con el once de la primera vuelta, influenciado por las lesiones de aquel y este entonces.
El último enfrentamiento entre ambos conjuntos se remonta a la primera fase de esta temporada, en diciembre pasado. Casualmente, en ese entonces, también fue el primer cotejo del mes para un Madrid que comenzaba su camino de espinas hasta finales de año y que se saldó de manera muy positiva. En aquella oportunidad los merengues salieron airosos, cero a dos, con goles de Vinícius y Jović. Ahora, se vuelven a ver las caras al inicio de un marzo de alta tensión para los blancos y clave para sus objetivos. La estadística general muestra que, de 158 partidos disputados, el Real Madrid ha salido airoso en 88 de ellos, con 40 empates y 30 derrotas.
El partido:
Al igual que en el partido de la sección femenina, el mensaje de “Todos con Ucrania” se hizo presente en el Bernabéu. Por un lado, un tifo con la frase y, por el otro, las camisetas exhibidas por los jugadores con la misma reseña. Asimismo, bajo el aplauso del público, Lunin se acercó al momento de la fotografía, junto al resto de sus compañeros.
Superados estos emotivos minutos, se dio inicio a los sorteos de rigor y Gil Manzano pitó el arranque del encuentro. El Madrid, a través de la presión alta, lanzaba el mensaje de que estaba dispuesto a ir por el resultado desde el comienzo. Un robo de Modrić, complementado por Casemiro, que habilitó en profundidad a Rodrygo, corroboraba esas intenciones. Como consecuencia de este planteamiento de Ancelotti, la Real Sociedad no lograba tener una salida limpia de balón desde su área.
En pleno dominio blanco, al minuto 9’, un error de Carvajal en defensa provocó una pena máxima transformada por Oyarzabal. Aunque Courtois se lanzó al lado correcto, la contundencia en el cobro impidió el rechace del belga.
El juego seguía desarrollándose en campo donostiarra que se defendía juntando sus líneas. El Madrid movía el balón de banda a banda, tratando de abrir la férrea defensa que tenía al frente. En el 16’, Rodrygo no supo aprovechar un pase inmejorable de Vinícius y, en el contragolpe, Isak puso a correr a Carvajal, que resolvió, no sin apuros.
Producto de esa presión, Militão consiguió una falta cerca del vértice del área grande. El cobro de Modrić no trajo consecuencias al ataque, pero si en el contragolpe de la Real Sociedad que consiguió un saque de esquina para tomar respiro. Esta acción era un reflejo del planteamiento de ambos conjuntos.
En el 26’, Carvajal logró robarle el balón a Pacheco, pero no pudo habilitar a Benzema que ya se relamía frente al arco. El Madrid seguía a lo mismo y Camavinga consiguió una falta en la frontal del área grande. El cobro de Alaba se estrelló en la barrera, provocando el saque de esquina que se ejecutó sin consecuencias. Al filo de la media hora, una nueva recuperación de Rodrygo, con el mismo resultado: Benzema se quedó esperando que le llegara el balón.
Remiro intentaba romper la presión alta merengue sacando el balón en largo, con los riesgos que ello implicaba. Al 34’, cayó Vinícius cerca del banderín de córner y al levantarse le pidió aliento a la grada. El cobro no implicó peligro, aunque Casemiro reclamaba penal. Sin embargo, en la segunda jugada, Modrić habilitó al propio brasileño que falló por muy poco. Mientras más corrían los minutos, más injusto se veía el resultado parcial.
De repente, cuando el partido llegaba a los últimos minutos de la primera parte, se desató la locura. Al 39’, Camavinga soltó un zurdazo monumental, tras una asistencia primorosa de Modrić, como solo él sabe hacer: con el exterior. En la reanudación, Benzema volvió a batir a Remiro, pero el VAR anuló la acción por un milimétrico fuera de juego. Al 43’, el francés habilitó al croata que se sacó de la chistera un remate de zurda que batió al portero donostiarra. En el minuto final, Carvajal casi consigue el tercero. El Bernabéu deliraba y Carletto, junto a su hijo Davide Ancelotti celebraban con furia en la banda. Al fin, el marcador hacía justicia a un Madrid que no se rindió en ningún momento.
Para el segundo tiempo, Imanol realizó dos cambios. Ingresaron Djouahra y Rafinha en lugar de Silva y Pacheco. Por su parte, el Madrid salió con el mismo guion de la primera mitad: presión alta y no dejar respirar al rival. El bloque bajo de Ancelotti pasó a mejor vida en este encuentro. Al 52’, recuperación de Casemiro, remate de Benzema y estirada de Remiro que desvió con las uñas al córner. En la jugada de cobro, Rafinha derribó a Rodrygo forzando la falta en la frontal. Hasta ese momento, once remates merengues al arco, por uno donostiarra. El potente cobro de Casemiro fue rechazado por Remiro y se cumplía la docena de remates blancos.
En el 57’, Zaldúa vio la amarilla por falta sobre Casemiro. Tres minutos después, Benzema paró con el pecho un balón en el área pequeña y logró rematar al arco, pero sufrió un nuevo rechace del portero rival. Al 61’, un remate de Vinícius golpeó defensas como si de una mesa de billar se tratara y se fue al córner. Un minuto después, grito desgarrador del brasileño al ser derribado. El Madrid habitaba por completo en campo contrario. En el 63’, nuevo cambio de Imanol para dar entrada a Elustondo, en lugar de Illaramendi.
Al 67’, un nuevo gol anulado a Benzema. El VAR y las líneas se peleaban de nuevo con el francés. En el 73’, de nuevo cayó derribado Vinícius. La sentencia de Gil Manzano indicó que era sobre la línea. El VAR revisó y marcó el penal. El cobro del francés le trajo el premio que había buscado durante todo el partido. En la reanudación, Ancelotti sacó a Rodrygo y le dio entrada a Marco Asensio. Poco tardó el mallorquín en hacerse presente en el marcador. Pase en profundidad de Casemiro, galopada de Carvajal que asistió al recién ingresado para limpiar por completo su error en el penal de inicio del encuentro. Imanol sacó a Isak y en su lugar colocó a Sorloth.
Los últimos diez minutos fueron para que Ancelotti moviera el banquillo. Primero salieron Modrić y Vinícius, para que entraran Ceballos y Marcelo. En la siguiente oportunidad, tocó el turno a Benzema y Carvajal, e ingresaron Mariano y Lucas Vázquez. Los cuatro minutos de añadido tampoco variaron el marcador.
El Madrid realizó un partido de videojuego. No se amilanó después de recibir el gol de Oyarzabal y tampoco cambió el guion de la presión alta. El bloque bajo pasó a mejor vida en este encuentro y los merengues comienzan de la mejor manera posible su mes de marzo de alta tensión. La próxima parada será el PSG, en el mismo escenario, y con la misma necesidad de remontada.