Durante el partido correspondiente a la semifinal de la Nations League, entre las selecciones de Bélgica y Francia, volvieron a encenderse las alarmas con Hazard. De seguro, todos los aficionados y relacionados con la primera plantilla del Real Madrid, se llevaron las manos a la cabeza en el minuto 75’.
En ese instante de juego, el delantero detuvo su carrera, se quitó el brazalete de capitán y se fue hacia la banda para que entrara otro jugador a sustituirle. Evidentemente, al terminar el encuentro, el seleccionador Roberto Martínez fue consultado al respecto. Sus palabras no arrojaron mayor información: “No podemos decir nada aún. No estamos seguros de qué le pasa. Tendremos que comprobar en las próximas horas qué le sucede. Debemos esperar a hacerle pruebas en las próximas 24 horas”.
Nuevamente, el aficionado estará a la espera de conocer el alcance de la lesión, si es que definitivamente se confirman los temores. Los antecedentes, desde su llegada al Real Madrid, no invitan al optimismo. Esta es su tercera temporada y ya acumula más de 400 días sin estar disponible. Es cierto que su arranque no fue el mejor, con aquella durísima entrada sufrida a manos de su compañero de selección, Thomas Meunier. Sin embargo, no es menos cierto, que las lesiones musculares se han sucedido una tras otra.
En las dos campañas anteriores, fue blanco de burlas y memes el estado físico con el que se presentó a la pretemporada. Para el arranque de la 2021/22, el cambio en su contextura fue importante y ello invitaba al optimismo, pues denotaba un interés de su parte en romper con los fantasmas anteriores. Si como se sospecha, vuelve a caer lesionado, serán pocos los aficionados que crean poder volver a ver al Hazard del Chelsea deslumbrando en el Real Madrid. No hay que olvidar que, en la memoria madridista, está demasiado reciente el recuerdo de Gareth Bale y las comparaciones, aunque sean odiosas, siempre están en el ambiente.