Hace un año, aproximadamente, Luka Jović regresaba al Real Madrid, tras una cesión en el Eintracht Frankfurt. Coincidentemente, el club alemán era el mismo que se lo vendió al conjunto merengue, un año y medio antes, por 63 millones de euros.
La adaptación del serbio no fue sencilla, ni antes, ni después de esa cesión. No pudo consolidarse en la plantilla y apenas sumó tres goles y cinco asistencias desde su llegada en 2019. Unas cifras a años luz de distancia de las que coleccionó en la Bundesliga y la Europa League, con el próximo rival de los blancos en la Supercopa de Europa. Allá, en la temporada previa a su fichaje, sumó 27 dianas y siete asistencias que le catapultaron a Chamartín.
Cuando se incorporó nuevamente a la disciplina merengue, coincidiendo con el arribo de Carlo Ancelotti, manifestó: “Estos años no se han perdido, el Madrid es el mejor del mundo”. En esas mismas declaraciones, reseñadas en InformaFútbol, aseveró: “Sé cuáles son mis objetivos. Intento dejar una impresión positiva y mostrar lo que es mejor. Han pasado muchas cosas en los últimos dos años. Seguro que podría haber sido mejor, quiero que finalmente sea mejor”.
Pero lo cierto del caso es que, a pesar de sus buenas intenciones, Jović no logró arrancar. El peso de la camiseta siguió siendo un lastre para él y la espera se hizo demasiado larga. Ahora, surge una nueva oportunidad para él, pero esta vez el destino no será el país germánico. La Serie A ha asomado en el horizonte y la Toscana será el lugar de aterrizaje.
La vía negociada entre los clubes involucrados es novedosa. La Fiorentina se hace con los servicios del jugador y le pagará un sueldo de dos millones y medio de euros, por temporada, hasta 2024. Si Jović quiere seguir en el equipo italiano, después de ese año, cobraría su sueldo actual en el Madrid, es decir, cinco millones. En caso de que fuese vendido, el conjunto merengue conserva el 50% de los derechos. Ha trascendido que el Madrid pagará una parte de la ficha que dejará de recibir, pero se desconoce el monto y si ello es cierto. En resumen, la entidad de Chamartín no estaría recibiendo dinero, por los momentos. Sin embargo, libera una plaza, se ahorra una buena parte de la ficha y conserva la mitad de una venta futura.
Como siempre y, desde que se conocieron los detalles, no faltarán los detractores y los ‘economistas’ que pondrán en tela de juicio la negociación. Los más radicales hasta proferirán insultos en las redes sociales. Pero lo que sí es cierto, es que el Madrid se saca un problema de encima. Además, detiene la sangría de euros sin tener que seguir pagando por alguien que no va a jugar. Incluso, si el serbio, finalmente, aprovecha la oportunidad, su valor de mercado subirá, algo que en el Madrid no iba a suceder ni por asomo.
En resumen, ese 50% que mantiene de sus derechos no es una mala apuesta. La Fiorentina es un equipo con otra realidad y otros objetivos, que le proporcionará un ambiente un poco más distendido, similar al del Eintracht. Un caldo de cultivo que puede devolverle a la tarima, si no de grandes clubes, al menos en la de los que tienen aspiraciones importantes.
El comunicado oficial de la entidad merengue señala: “El Real Madrid C. F. y la ACF Fiorentina han acordado el traspaso del jugador Luka Jović. Nuestro club le agradece su trabajo y dedicación durante el tiempo que ha formado parte del Real Madrid, en el que ha ganado una Champions League, dos Ligas y dos Supercopas de España. El Real Madrid le desea todo lo mejor a él y a toda su familia en esta nueva etapa de su vida”.
Poco más queda por agregar a un caso que ha sido bastante más que decepcionante. Lamentablemente, lo único que Luka Jović logró demostrar es la diferencia que existe entre vestir la camiseta de un club grande y la de uno más modesto. No todos se adaptan, no todos soportan la presión y no todos entienden el significado del escudo y la casaca. Tal vez, la Fiorentina sea la oportunidad para que, tal y como lo haría el ave fénix, renazca de sus cenizas. Apenas tiene 24 años, así que aún está a tiempo de volver por sus fueros y hacerse con una carrera y un nombre en el mundo del fútbol. Amanecerá y veremos.