Antonio Rüdiger tiene apenas unos meses en el Real Madrid. Sin embargo, ya es capaz de sentir la fuerza y el aura del club y de la afición, que para él son enormes. Les admira y se siente uno más. Su entrenador no se queda atrás y Carlo Ancelotti es intocable para él. De todo esto y mucho más, habló el alemán en una entrevista donde se mostró tal y como es.
En una conversación con el medio alemán, Sport 1, Rüdiger habló de la eliminatoria pasada de Champions, en cuartos de final. Sus palabras describen perfectamente lo acontecido: “Después de que Timo Werner hiciera el tres a cero, pensé que se había acabado. Ningún otro equipo tuvo al Madrid en sus manos como lo hicimos nosotros, en su propio estadio, diez minutos antes del final. Entonces, pensé que los hinchas irían un poco en contra de su equipo y pitarían. También quería bromear un poco conmigo mismo (risas). Pero no había nada de lo que bromear. La afición gritaba como si hubiera marcado el Madrid y no nosotros. Aquí hay algo en el aire, pensé. Y luego, cuatro minutos más tarde, ese pase con el empeine de Modrić, y las cosas siguieron su curso”.
Siguiendo la misma tónica, Rüdiger continuó hablando de la afición: “Nada funciona durante mucho tiempo. Está en silencio durante mucho tiempo, pero luego llega ese momento que sacude al estadio y congela al oponente. Los aficionados aquí tienen un muy buen conocimiento del fútbol y saben exactamente cuándo tienen que estar ahí para el equipo”. Asimismo, se refirió a su visión acerca del Real Madrid: “La fuerza del club es enorme. Desde fuera, puedes imaginártelo más o menos, pero experimentarlo tú mismo es algo completamente diferente. Aquí todo se trata de ganar. No hay otra opción. Cuando miro a tipos como Luka, Toni o Karim, están tan profundamente relajados que, para ellos, incluso una final es lo más normal del mundo”.
Por supuesto que Rüdiger también conversó acerca de su admiración por Pepe, Ancelotti y de cómo se gestó su fichaje. Algo que ya ha mencionado en otras entrevistas, que también reseñamos acá, en InformaFútbol. Sin embargo, en esta oportunidad, comentó el interesante episodio de su llegada al club: “Sólo llevaba unas horas en nuestra nueva casa con mi familia. Estábamos haciendo una barbacoa hasta que, de repente, sonó el timbre. Lo abrí y frente a mí estaba Carlo Ancelotti. Un momento de asombro. Se sentó a nuestra mesa, comió con nosotros y conoció a mi familia. Muy normal, muy realista. Estuvo dos horas y hablamos de todo”.
Rüdiger complementó la anécdota con los sentimientos que le provocó la visita y el compartir con Ancelotti: “Soy sincero, nunca había experimentado algo así. Ningún entrenador había hecho algo así por mí. Después de unos meses con él, tengo que decir que cuando se trata de tratar con jugadores, Ancelotti es intocable. Don Carlo, una leyenda de los entrenadores, ya coleccionaba títulos de la Liga de Campeones cuando yo era un niño. Trabajar con él todos los días en el club más exitoso del mundo es maravilloso”.
En un tono más distendido, Rüdiger contó algunas anécdotas del vestuario: “Toni Kroos es Toni para nosotros. El cuerpo técnico me llama Antonio. Mis compañeros me llaman Rudi. Por supuesto, ya se han dado cuenta de que soy un tipo que está absolutamente loco”. Acerca de la faceta de Dj que tenía en el Chelsea y ha debido abandonar: “No, no es casualidad, Karim Benzema lo hace por nosotros, es el jefe de vestuario (risas). Pero puedo vivir con su música. Muchos ritmos afro, mucho hip hop y, a veces, un poco de reggaeton para los españoles”.
Para finalizar, el compañero que más le ha sorprendido: “Toni Kroos. Siempre nos llevamos bien y con respeto en la selección. Pero, únicamente, intercambiábamos dos frases entre nosotros. Tal vez porque simplemente no tuvimos suficiente tiempo. He conocido a otro Toni Kroos en el Real Madrid. Habla muy bien español, es completamente abierto y también muy servicial. Me ha apoyado con el idioma desde el primer día y se ha ofrecido a ayudarme con otras cosas varias veces. Es un tipo muy relajado”.
Hay un dicho popular que reza “de poeta y loco, todos tenemos un poco”. Tal vez en el caso de Rüdiger, la cosa vaya un poco más por lo segundo, pero el que piense que su locura carece de sentido, se equivoca. No hay más que ver su autoridad en el terreno de juego y cuando tiene que acudir en defensa de algún compañero. Ahí se manifiesta su ‘locura’, una característica que siempre debe adornar a un baluarte de la zaga y a él, afortunadamente, le sobra. Este es Antonio, o Rudi, como le dicen sus compañeros, ese ‘loquillo’ que hacía falta en el vestuario y sobre el césped. Un fichaje que, a las claras, fue muy bien estudiado.