No fue suficiente la carta abierta emitida por el presidente Manuel Vizcaino hace poco más de un mes donde mostraba el continuo malestar que sufre la afición del Cádiz derivado de los numerosos errores arbitrales que han perjudicado al conjunto amarillo durante la temporada. Una jornada más, el conjunto dirigido por Álvaro Cervera vivió un desagradable episodio que se añade a una larga lista que parece ser interminable.
El submarino amarillo llegaba al Estadio de la Cerámica necesitado de puntos y ya en el minuto dos se le ponía el encuentro cuesta arriba cuando el colegiado Soto Grado, tras consultar el VAR, señalaba penalti por una mano involuntaria de Jens Jonsson. El remate de Parejo no llevaba peligro ninguno y el propio técnico cadista tomaba el asunto con ironía en rueda de prensa cuando decía: “Pita como penalti un tiro que iba a Tarragona”. Sin embargo, el varapalo final llegaba en el descuento cuando en el minuto 92 el balón rechazaba en el brazo de Yeremy Pino de una manera tan involuntaria como la anterior de Jonsson, a pesar de ello, los árbitros en este caso ni siquiera optaron por consultar el VAR.
Esta es la principal razón que fastidia a la afición andaluza y a su entrenador, quien se encargó de explicarlo una vez finalizado el encuentro: “Creo que tenemos mala suerte cuando se revisa el VAR. No nos ha revisado todavía nada a favor. Cada vez que se revisa es para quitarnos algo que nos han dado o para pitarnos algo que no se ha pitado». Y es que los datos son desoladores en los intereses de los amarillos: El Cádiz es el equipo con menos penaltis a favor en Liga (2), no llegando el primero hasta la vigesimocuarta jornada, también es el equipo con mas penaltis en contra (8), seis de ellos en las últimas ocho jornadas y por último, el Cádiz es el segundo equipo con más intervenciones del VAR que terminaron perjudicándole (8).
En la mayoría de casos estas han sido determinantes en el devenir de los partidos, lo que ha impedido al equipo sumar más puntos y acercarse a su objetivo de la salvación.