Después de más de dos meses de competición el club ya tiene claro los refuerzos que necesita.
Ocho partidos han sido suficientes para diagnosticar los problemas que tiene el equipo blanco y más, tras las lesiones de ligamento cruzado anterior de Caroline Weir y Carla Camacho.
El principal problema del Real Madrid femenino es su defensa, en concreto, sus centrales. El club blanco trató de fichar a Nathalie Björn, la defensa sueca de veintiséis años tiene contrato con el Everton hasta final de temporada. El club inglés, décimo en la liga inglesa, no quiso vender a la jugadora sin asegurarse una sustituta por lo que terminó quedándose en la disciplina inglesa.
Rocío Gálvez, Ivana Andrés y Kathellen Sousa son las únicas centrales con las que cuenta Toril y, ninguna de ellas ha demostrado demasiada seguridad en los ocho partidos disputados. Tres centrales que no te dan garantías y cuatro competiciones por disputar, no le salen las cuentas al Real Madrid femenino. Por ello acudirán al mercado de invierno buscando reforzar esta posición.
Si bien no hay ningún nombre sobre la mesa aún, más allá del de Björn, podría ser interesante buscar un perfil de jugadora joven capaz de sumarse al ataque, alguien que pueda convertirse en un proyecto a largo plazo. Pero, por otra lado, necesita resultados. Quien se incorpore debe estar a la altura y adaptarse rápido al equipo. Por lo que no será una búsqueda fácil para el club.
El otro perfil que busca el club es una jugadora más ofensiva. Feller y Moller no han rendido mal en el arranque de temporada pero el Real Madrid busca sumar más dinamita a su ataque. Aunque las de Toril llevan dieciséis goles en seis jornadas, los partidos contra el Levante y Villarreal generaron dudas sobre la capacidad goleadora del equipo.
Después de un mercado de verano discreto, el Real Madrid femenino tendrá la necesidad de acudir al mercado invernal para suplir las carencias que han salido a la luz en el arranque de la temporada. Por lo que se prevé una ventana de invierno movida en Valdebebas.