El Manchester United al final del compromiso reaccionó y al final logro dejar atrás la derrota que sufrió en Londres ante el Tottenham.
Con marcada personalidad y hegemonía futbolística, el Manchester United dejó atrás la derrota previa ante los Spurs. En el emblemático Old Trafford, el United estableció rápidamente su dominio, ganando 2-0. Sin embargo, con el tiempo, el partido se complicó y culminó en una derrota por 3-2 ante el equipo de Ten Hag.
Los Red Devils tuvieron un comienzo de partido prometedor. Sin embargo, más tarde la situación se complicó. En apenas unos instantes, el ejército de Steve Cooper pasó de tener dos goles de ventaja a igualar el marcador.
El primer gol por parte de los Tricky Trees llegó al minuto 1:28, luego de una desatención que tuvieron los jugadores del United en un tiro de esquina de la banda izquierda, el cuadro visitante logró imanar un brutal y elaborado contragolpe ante una defensa muy replegada y desordenada, que supo culminar de la mejor manera Taiwo Awoniyi con un amague y posteriormente un toque esquinado hacia la portería de Onana.
Cuatro minutos después el Forest seguía firme con sus embestidas sobre el equipo local y a través de un tiro libre convirtieron el segundo del partido por medio de Willy Boly, quien no tuvo la necesidad de saltar para cabecear tranquilamente y mandarla a guardar en el arco del Manchester.
Bajo el mando del técnico holandés, frenaron el dominio del veloz y efectivo fútbol del Nottingham. Obligados a reaccionar, tomaron control del juego y esperaron los ataques visitantes. El Manchester consolidó su estilo y con esto logró acorralar a su oponente.
Finalmente, a los 17 minutos, logró descontar el marcador. En un ataque, de Marcus Rashford que recibió una pelota por la zona izquierda, encaró hacia la línea de fondo y tiro un centro raso, para que Eriksen la empujara adentro.
Después de una primera mitad tensa, el ejército de Ten Hag empató en la segunda mitad. Fue el resultado de un partido bien preparado, en el que Bruno Fernandes cabeceó cerca de la portería, dejando a Casemiro en posición de marcar el segundo gol de la jornada.
Tras el empate, los Red Devils esperan conservar la victoria y conservar los 3 puntos en su campo. Para respaldar esta estrategia, optaron por crear una ventaja numérica. La ventaja se vio favorecida por la expulsión de Joe Worrall del Nottingham Forest, quien anteriormente había impedido una clara y definitiva oportunidad de gol del United con una notable actuación de juego limpio.
Sobre el minuto 76 finalmente llegó la tan esperada remontada del United. Marcus Rashford recibió una falta dentro del área que provocó que se concediera un penalti. La responsabilidad de su ejecución recayó en Bruno Fernandes, quien señaló al ángulo izquierdo de la portería cuando Matt Turner salvó y anotó.
Con algunas dificultades, el Manchester finalmente ganó, dándole un respiro en la liga inglesa. Este resultado le permite recuperar fuerzas. El próximo domingo 3 de septiembre el torneo continuará desarrollándose con un atractivo partido entre Manchester United y Arsenal en el Emirates Stadium, enfrentamiento que promete ser sumamente atractivo.