El comienzo de una nueva temporada de la liga siempre trae sorpresas y giros inesperados, y este año no ha sido la excepción. Apenas cuatro jornadas han pasado, y aunque algunos dirían que es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas, el arranque del Celta de Vigo ha dejado a todos los aficionados perplejos.
El Celta, conocido por su ferviente afición y su histórico estadio de Balaídos, ha tenido un inicio de temporada para el olvido. En casa, el equipo dirigido por Rafa Benítez no ha podido sumar ni un solo punto en las primeras cuatro jornadas. Los visitantes, Osasuna y Real Madrid, se llevaron la victoria con marcadores de 0-2 y 0-1 respectivamente, dejando al Celta con cero puntos y cero goles a favor en su propio feudo.
Sin embargo, la historia cambia drásticamente cuando el Celta pisa terrenos ajenos. Como visitantes, los números son notables. Empataron ante la Real Sociedad y consiguieron una sólida victoria en Almería, con un marcador de tres goles a favor y solo uno en contra. En total, han sumado cuatro puntos de seis posibles, lo que los coloca como el quinto mejor equipo visitante de LaLiga, empatados con Girona, Atlético y Athletic. Son números que podrían competir en Europa.
Este contraste entre el desempeño en casa y fuera de ella ha generado un dilema para los seguidores del Celta. ¿Es el equipo de Vigo un «nómada» de la Liga, capaz de brillar en territorio hostil pero luchando en su propia casa?
Si miramos hacia atrás, la temporada pasada también estuvo plagada de dificultades para el Celta en Balaídos. Perdieron la asombrosa cifra de 30 de los 57 puntos en juego en casa, más de la mitad. Mientras tanto, como visitantes, lograron llevarse 16 puntos. Fueron el cuarto peor equipo local, empatados con varios otros, y el decimosegundo mejor equipo visitante, empatados con Girona.
La incertidumbre rodea al Celta en este primer mes de competición, y los aficionados se preguntan si podrán cambiar esta tendencia en casa. ¿Podrá el equipo encontrar su ritmo en Balaídos y competir de manera más consistente? Solo el tiempo dirá, pero una cosa es segura: el misterio del Celta de Vigo está lejos de resolverse.