La Real Sociedad se ha impuesto en el Red Bull Arena por 0-2 ante el RB Salzburg. En un partido correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League, en el que los de Imanol Alguacil han ofrecido una imagen brillante.
Primera parte
El encuentro se inició con un mayor dominio del conjunto donostiarra. Que se apoderó del balón y se abalanzó sin ningún complejo a buscar la meta contraria. Enfrente se encontraba un Salzburg que salió del vestuario con mucha más tibieza, a la expectativa de como se desarrollasen los acontecimientos. Manteniendo sus líneas a una altura prudente y defendiendo con poca agresividad en los duelos individuales. En consonancia con el guión que se dibujaba, Oyarzabal anotó el primer tanto para los visitantes. Después de resolver una acción colectiva, en la que fue asistido por Brais Méndez, con un pase a la red con la pierna izquierda.
A raíz del gol, los dirigidos por Gerhard Struber dieron un paso hacia delante y aumentaron considerablemente su agresividad y el ritmo de su circulación. Como consecuencia de ello, arrinconaron durante algunos minutos al conjunto Txuri-urdin acechando su área y aproximándose sin peligro sobre su portería. Sin embargo, este breve lapso no tendría una gran influencia en el juego, ya que los de Imanol Alguacil lograrían sacudirse el arreón descansando con el cuero. La preciada esfera serigrafiada con estrellas les devolvería la tranquilidad y les permitió construir nuevos horizontes con pausa, aunque dejaban entrever un gran desparpajo en sus secuencias de pases. Pues a pesar de la sensación de falsa lentitud que transmitían los vascos, estos lograban engrasar la máquina con un pase vertical que abría la caja de los truenos.
Brais Méndez conseguiría aumentar la ventaja «realista», después de una excelente acción individual en la que estos volverían a exhibir su habilidad para romper líneas. El 0-2 llegó tras algún aviso previo en el que los atacantes blanquiazules atisbaron la frontal del área. Pero erraban el último pase. Asimismo, les permitió agrandarse, aún más, con la pelota. Debido a que el cuadro austríaco se vio abrumado por el 0-2 y apenas fue capaz de preservar el esférico, persiguiendo sombras durante varios minutos.
Segunda parte
En la reanudación, los centroeuropeos trataron de reanimar el choque con una mayor agresividad, acompañada de una mayor verticalidad en sus pases. Gracias a ello, obtuvieron un penalti sobre Simic que el colegiado revocó, después de revisarlo en el VAR. Esta intervención arbitral sofocó parcialmente el ímpetu de los anfitriones y le dio alas a una Real Sociedad que mantuvo el mismo plan de iniciar el juego pausadamente, para acelerar cuando encontrasen la opción de pase de Oyarzabal, de Kubo o de Brais Méndez. Una posibilidad que conseguían explotar con mayor frecuencia con el paso de los minutos, debido al cansancio que empezaba a aflorar y que diezmaba especialmente a los «toros rojos» y a la autoridad del resultado.
El ritmo de juego comenzó a decaer con el control absoluto del cuadro guipuzcoano, que marcaba el ritmo mediante sus metrónomos Oyarzabal y Brais Méndez. Imanol Alguacil aprovechó esta coyuntura tan favorable y aprovechó para dar descanso a jugadores como Take Kubo, quien se encuentra en estado de gracia, y Barrenetxea. Mientras que el equipo dirigido Gerhard Strauber siguió nadando contracorriente elaborando alguna acción que no encontraba rematador. Pero se estaban dando de bruces contra un gigante que seguía intimidando la meta de su oponente, sustentándose en un Oyarzabal que por momentos levitaba por la banda derecha.
Con este resultado, la Real Sociedad alcanza el primer puesto del grupo D con cuatro puntos. El próximo domingo visitará el Metropolitano para enfrentarse al Atlético de Madrid. Mientras tanto, el Salzburgo permanece con tres puntos como segundo de grupo, a la espera de que se dispute el resto de la jornada. Su próximo partido será el domingo frente al Klagenfurt como visitante.